Centros de ocio infantil, una situación imposible

Algeciras

Las empresas de Ocio Infantil no soportan la situación a que se han visto abocadas desde la declaración del Estado de Alerta. Denuncian que después de seis meses siguen sin actividad y con la imposibilidad de poder abrir sus establecimientos para poder trabajar.

El BOJA del pasado 21 de junio, fecha en la que finalizó la "desescalada", era claro: "Los establecimientos recreativos infantiles que se destinen a ofrecer juegos y atracciones recreativas diseñados específicamente para público de edad igual o inferior a 12 años, espacios de juego y entretenimiento, así como la celebración de fiestas infantiles, permanecerán cerrados".

Aunque finalmente han entrado a formar parte de las ayudas anunciadas por la Junta de Andalucía al Ocio en general, 9 millones de euros, dos de ellos destinados a ayuda de alquiler, los empresarios ven que no les llega prácticamente para nada, "No queremos ayudas queremos trabajar", nos dice uno de los empresarios que hoy ha pasado por el programa, José María Ramos, director de la empresa Animagic.

Laura Moreno, vicepresidenta de la Asociación de Centros de Ocio Infantil comentaba que son más de 10.000 familias las que se ven afectadas por esta situación, "estimamos que un 40% de las empresas en Andalucía ya han cerrado". La principal reivindicación del colectivo es "volver a abrir nuestros negocios, en estos momento no hay ninguna razón para seguir cerrados".

Francisco Gallego, de la empresa "Diviérte" localizada en La Línea comentaba que ha contado con 12 trabajadores y finalmente ha podido quedarse con dos e incluso alguno ha pedido su baja voluntaria, "además ahora hay que preparar el pago del 70% de los seguros sociales".

Uno de los trabajadores afectados, Francisco Gómez, se encuentra en un ERTE y está a la espera de que se reactive el trabajo, "es una situación incómoda, insostenible, no podemos seguir así. Gómez insistía en que "una ayuda es pan para hoy y hambre para mañana, yo no he venido a este mundo para que me saquen las castañas del fuego, uno viene a currar. Prefiero morderme la lengua. Tendremos que coger la tienda de campaña y plantarnos en San Telmo".