Definitiva aprobación inicial
El pleno del ayuntamiento de Aranda respalda por segunda vez la aprobación inicial de una adaptación del PGOU que acumula 17 años de retrasos
Además de los votos a favor del equipo de gobierno el documento contó los votos a favor de IU, Podemos y Vox, la oposición del PSOE y la abstención de los dos concejales no adscritos
Aranda de Duero
Vuelve a echar a andar la maquinaria para que Aranda cuente con una normativa urbanística adaptada a la ley y a la realidad actual: la aprobación inicial de la adaptación del PGOU recibía este jueves el visto bueno del pleno, que repetía una votación que ya se había producido en 2014 pero que fue revocada hace un año por un defecto de forma. Si entonces recibía un respaldo unánime en esta ocasión se desmarcaban el PSOE, votando en contra y sus exconcejales ahora no adscritos que se abstuvieron. Al equipo de gobierno se sumaron los votos a favor de Podemos, IU y Vox.
El concejal de Urbanismo, Alfonso Sanz, defendía esta aprobación para cumplir la ley, recuperar para el ayuntamiento las competencias en materia urbanística que ahora tutela la Junta y para faciltiar la construcción de infraestructuras vitales para el municpio e históricamente reclamadas como la ronda interana y el nuevo hospital comarcal.
La sesión plenaria hubiera tenido un cierto sabor a déjà vu, por la repetición de la que se celebró hace seis años, si no hubiera sido porque, entonces, la aprobación inicial salió adelante por unanimidad y esta vez se han desmarcado los concejales socialistas y exsocialistas, ahora no adscritos: los miembros del grupo socialista porque consideran que el Plan se aprueba con la oposición de muchos vecinos que se resisten al cambio de calificación de sus propiedades pero sobre todo porque no se fían de que, de aquí a la aprobación provisional, se incorporen en el documento sus propuestas (carril bici, accesos peatonales al Cementerio y a La Calabaza y una pasarela al Montecillo) ya que esta promesa ya se ha incumplido en el último trámite. Los concejales no adscritos se abstuvieron por una variante de lo mismo: porque no ven en el equipo de gobierno ningún interés en acordar y negociar con el resto de los grupos políticos un asunto trascendental para el municipio.
Precisamente en este punto sí hubo acuerdo: en reconocer la importancia de que el municipio cuente con un planeamiento urbanístico adaptado a la realidad, a la legalidad y que refleje el proyecto de una ciudad mejor que la actual. Ese fue el argumento para votar a favor que esgrimieron los ediles de IU y Podemos, quienes admitieron que no están de acuerdo con la totalidad del documento pero consideran que es mejor que el actual y sobre todo que es impresindible no retrasar más el proceso. Por eso anunciaron para el periodo de alegaciones (que se ampliará de dos a tres meses a propuesta de IU) la presentación de sugerencias que mejoren el documento.
Pese a su respaldo final las intervenciones del portavoz de Vox fueron, junto a las del PSOE, las más críticas con el renovado PGOU, al que achacan, por ejemplo, aumentar aún más la densidad de la zona este del municipio, pese a que el barrio de Santa Catalina ya es una de las zonas más pobladas de la localidad. Pero junto a las deficiencias que perciben en el documento al portavoz de Vox se le escapó otro de los motivos de sus críticas: “Este equipo de gobierno ha decidido que no nos tienen que escuhar en nada. Replentéense la forma de tratar a un socio preferente”
En la práctica
La aprobacion inicial del PGOU vuelve a poner en marcha la maquinaria burocrática: de momento se suspende la concesión de licencias urbanísticas durante este próximo periodo hasta la aprobación provisional por un plazo máximo de dos años. Durante los próximos tres meses, durante la exposición pública del municipio, toda persona, entidad o institución interesada podrá presentar alegaciones. Las que sean resueltas a favor se incorporarán a un documento cuya próxima visita al pleno será para someterse a aprobación provisional. Y esa será la prueba de fuego, como han indicado desde distintos enfoques tanto PSOE como Podemos. El portavoz socialista, Ildefonso Sanz, advertía de que, pese a parecer lo contrario, no será esa la aprobación importante, sino la inicial, la que se acaba de aprobar, porque marca plazos y echa a rodar los trámites y para ello la minoría del equipo de gobierno necesitaba obligatoriamente contar con los votos de parte de la oposición. Sin embargo la aprobación provisional, la última que depende del ayuntamiento, deja mucho menos margen de maniobra a los grupos municipales, porque en caso de incapacidad municipal para sacarlo adelante, la Junta tiene capacidad de tomar las riendas y además el equipo de gobierno puede vincular su aprobación a una moción de confianza dificil de tumbar. Por su parte el portavoz de Podemos, Andrés Gonzalo, advirtió al resto de los grupos de que si la Junta toma el timón del urbanismo en Aranda por incapacidad de los partidos locales en ponerse de acuerdo, será una vergüenza para todos.
Otros acuerdos del pleno ordinario del mes de septiembre
El pleno aprobó también la cesión de uso por 50 años de la ermita de la Virgen de las Viñas a su Cofradía, a cambio del compromiso de su cuidado y la organización de los actos que se celebran en ella durante las fiestas patronales, como vienen haciendo hasta ahora. Vox y Podemos se abstuieron por considerar el plazo de cesión excesivamente largo.
También se aprobó un cambio en el régimen de fiscalización de subvenciones municipales limitando las que serán controladas por intervención aunque todas ellas serán vigiladas por los técnicos de cada departamento. La medida pretende agilizar la concesión de subvenciones y evitar el atasco que empezaba a aparecer al haberse duplicado los expedientes de subvenciones con el aumento de nuevas lineas de ayudas establecidas en los últimos meses.