Querida Esperanza
'La carta' de David Perdomo, en Hoy por Hoy El Drago.
Las Palmas de Gran Canaria
Querida esperanza,
No sé dónde te has metido pero ya está bien. Vuelve, por favor. Dicen que eres lo último que se pierde pero desde marzo creo que se te ha roto el GPS porque no tenemos noticias sobre ti. Durante los últimos meses leer un periódico, encender la radio o poner la tele se ha convertido en un ejercicio de masoquismo informativo. Y algunos culpan a los mensajeros, a los periodistas, de contar sólo noticias malas pero es que este 2020 está siendo más duro que el pan del día después.
No sé si estás de vacaciones o tienes algo mejor que hacer pero, querida esperanza, me encantaría sentir que estás cerca. Por eso hoy te escribo, para romper esa máxima del periodismo de que las noticias buenas no son noticias. Porque entre coronavirus, rifirrafes políticos, crisis económicas, humanitarias y otras desgracias pasan cosas positivas.
Por ejemplo, sólo ayer. No sé si te has enterado pero desde este jueves se ha dado un paso de justicia para reestablecer la memoria histórica. Rescatando de las entrañas de la tierra de la Sima de Jinámar a aquellos que fueron arrojados, literalmente, al pozo del olvido y la represión. Además de contagios, ayer dos corredores no profesionales de Tenerife consiguieron reunir más de 2.000 kilos de alimentos para personas con necesidades económicas. Un reto solidario, que idearon durante el confinamiento, y que los llevó a recorrer la isla de punta a punta durante 28 horas ininterrumpidas para ayudar a otros.
Puede parecer una chorrada pero desde ayer cerca del 60% de los hogares de Pájara, en Fuerteventura, cuentan con banda ancha fija. Llevaban pidiéndola desde hace años y, por fin, ya están online. También nos llegan buenas noticias por mar, en el muelle deportivo de Las Palmas de Gran Canaria ya han empezado acoger los primeros veleros que participarán en la ARC, todo un clásico en la agenda de eventos náuticos de la ciudad que nos devuelve a esa vieja normalidad que tanto echamos de menos. Y en un mundo sin pandemia estoy seguro de que Nica y Titán hubieran sido protagonistas de la actualidad. Dos perros de las Fuerzas Armadas que tras 10 años en el Ejército se jubilan y buscan familia. Dos héroes, ella detectora de explosivos y él de drogas, que se retiran como se merecen.
Querida esperanza, espero que veas que todas estas cosas siguen pasando en este loco mundo. No tires la toalla con los humanos porque necesitamos verte pronto con tu verde particular. Yo al menos sigo esperanzado, de que muy pronto las noticias buenas ganen por goleada a las malas.
Atentamente, tu fiel seguidor, David Perdomo.
