Hoteles adaptados a tiempos de pandemia

Madrid

La incidencia del coronavirus en Madrid ha supuesto no solo la pérdida de miles de vidas, sino también un varapalo para la economía de la región. Uno de los sectores más afectados por la pandemia ha sido el hotelero, que desde el fin del estado de alarma ha visto cómo tan solo el 30% de alojamientos han podido abrir, según datos de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM).

Mar de Miguel, secretaria general de la organización, atribuye esos malos datos a la falta de demanda extranjera: "Debido a la baja demanda, a nivel nacional más del 80% de los hoteles permanecen cerrados. Algo similar ha ocurrido en Madrid", reconoce. Sin embargo, aquellos que han abierto, han hecho los deberes, según de Miguel.

Uno de ellos es el Westin Palace. El hotel, que abrió sus puertas por primera vez en 1912, tuvo que cerrar el pasado mes de marzo, tras la declaración del estado de alarma. "Es algo que solo ha pasado dos veces en la historia: durante la guerra civil y ahora, con la pandemia", dice Paloma García, responsable de comunicación del hotel.

Los más de tres meses que el histórico inmueble permaneció cerrado, sirvieron para adaptar todo para afrontar el regreso a una realidad marcada por el coronavirus. García reconoce que la posibilidad de contagio no se puede reducir por completo, pero asegura que el Palace está preparado, y así lo certifican las medidas de seguridad que el hotel ha implementado: señalización en todas las instalaciones, gel y mascarillas para todos los clientes y una aplicación multifunciones con la que los huéspedes pueden abrir las puertas de sus habitaciones o hacer el check-in sin necesidad de manipular nada.

"Hay muchas opciones"

Los clientes responden bien ante esta nueva normalidad, según García. Muchos de esos huéspedes vienen de otros puntos de España, pero la directora de comunicación del hotel también incide en el turismo local. "La gente también ve el Palace como un lugar al que venir no solo a dormir, sino a comer, tomar algo, visitar el museo bar... hay muchas opciones", dice.

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Aunque otros hoteles no cuentan con la historia del Palace, sí que han sabido reinventarse para hacer frente a la situación. Uno de ellos es el Hotel Aloft, ubicado en la Gran Vía madrileña. Su director, Gonzalo Maggi, cree que, aunque la situación sea negativa para el sector, siempre pueden ofrecerse alternativas.

Por eso en este céntrico alojamiento ofrecen además un lugar donde trabajar para aquellos que no pueden hacerlo en otro espacio. "Por tan solo 12 euros, cualquiera puede venir a trabajar entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde", dice Maggi. Durante ese horario, el hotel ofrece un desayuno a los clientes, Wi-Fi de alta velocidad, veinte impresiones y café y té ilimitados, un concepto al que han bautizado como reworking.

"La media de ocupación alrededor del 20%"

Maggi dice en que es una alternativa al tradicional coworking, aunque no hay necesidad de compromiso mensual. "Una vez termina la jornada de trabajo, también ofrecemos un servicio de bar en la terraza para que cualquier cliente", dice el director del hotel.

Aunque el Aloft ha encontrado una medida para poder salir adelante, Maggi reconoce las difcultades del sector: "Ahora mismo la media de ocupación se encuentra alrededor del 20% en Madrid". Esa realidad se traduce en un 84% menos con respecto a 2019 en la variación interanual de ocupación, según datos del Ayuntamiento. Esa ausencia de turismo afecta especialmente a los alojamientos más pequeños, que han sufrido -y sufren- las consecuencias de la falta de viajeros, que ha obligado a cerca del 70% de hoteles de la región a cerrar sus puertas, según la AEHM.