Salud Pública compromete un estudio epidemiológico sobre las repercusiones del amianto
La Asociación de Vecinos el Tajo arranca el compromiso al Director General, Juan Camacho, tras una reunión en la que se abordó la preocupación por el mesotelioma
Toledo
La Dirección General de Salud Pública realizará un estudio epidemiológico sobre el impacto del amianto en la ciudad de Toledo según el compromiso alcanzado con la asociación de vecinos El Tajo, de la barriada que acumula toneladas de vertidos de este residuo, que actualmente están siendo sellados por la Junta de Comunidades.
La asociación se reunió este lunes con Juan Camacho, al que trasladaron sus temores por la prevalencia del mesotelioma, un tumor asociado a las fibras del amianto, en la población de Toledo. Según ha dicho a la SER Gema Ruiz, la presidenta del colectivo vecinal, el Director General se comprometió a realizar un estudio epidemiológico y posterior estudio sanitario de la población afectada en un periodo de seis meses. Por el momento este departamento no se ha referido ni dice nada del asunto. ni confirma ni desmiente que se hará así
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Esta asociación viene reclamando a la Sanidad regional un programa preventivo como el que se realiza a los trabajadores expuestos al amianto para atajar las consecuencias sobre la salud del material tóxico, dado que han estado años conviviendo con el amianto a la puerta de sus casas. Defienden que el amianto enterrado o a cielo abierto que hay depositado en su barrio es un problema ambiental y de salud pública
El mesotelioma maligno (MM) es un tipo de cáncer muy raro que se produce a partir de células transformadas del mesotelio, una membrana que recubre los órganos internos del cuerpo. La forma cancerígena de esta patología es una neoplasia agresiva de mal pronóstico y, según fuentes científicas, el tiempo de latencia se puede extender hasta los 32 años. Por todos estos motivos, reconocer los síntomas se hace esencial, sobre todo en personas que han estado en contacto con asbesto (una variedad impura del amianto).
Más del 70 % de los casos de mesotelioma se han correlacionado con una exposición directa al asbesto, un material de construcción totalmente prohibido por la Unión Europea desde el año 2005.