Vuelta al pueblo: los primeros datos del padrón avalan la tendencia de retorno a la Granada vaciada
Galera ha detectado 50 nuevos habitantes y 10 nuevos alumnos en el colegio. Otura ha conseguido desde marzo 270 nuevos vecinos. La llegada de la fibra óptica a los pueblos de la provincia consolidará la tendencia de retorno al ámbito rural
Vista aérea de la localidad de Galera, localidad de la comarca de Huéscar, en el Geoparque de Granada / Ayto de Galera
Granada
Los primeros datos municipales confirman en la provincia de Granada que se está produciendo un incremento de empadronamientos en pueblos pequeños ante el atractivo de la vida rural frente a la pandemia y la mayor incidencia en zonas urbanas.
Algunos colegios rurales están recibiendo estos días nuevas matriculaciones por traslados de familias, especialmente, en las comarcas del norte provincial.
El mejor ejemplo es Galera. Este pueblo de la comarca de Huéscar con 1.100 habitantes cuenta en los últimos cuatro meses con 50 nuevos habitantes y el colegio ha pasado de tener 55 alumnos a 65, como ha confirmado a Radio Granada su alcalde, José Manuel Guillén.
En el ámbito educativo, el colegio rural El Temple de Ventas de Huelma -que también recibe alumnado de Agrón- ha matriculado este curso a ocho escolares más; pasa de 47 a 55. Según el director de este centro, Gabriel Morente, el incremento se explica por el empadronamiento de nuevas familias en el pueblo, como también ha explicado en 'Hoy por Hoy Granada'.
Como se sospechaba, la covid está suponiendo una gran oportunidad para la Granada vaciada, como ha destacado la alcaldesa de Válor, Asunción Martínez.
A esto se suma el alcalde de Benamaurel, Juan Francisco Torregrosa, que insiste en que el despliegue de la fibra óptica en el 75 por ciento de los municipios ayuda en esta labor. De esto ya hay ejemplos concretos. En 'Hoy por Hoy' ha participado Loli Mesas, una vecina de Benamaurel que ha vuelto a su pueblo para teletrabajar, dejando atrás el estrés de Madrid.
Además de la Granada vaciada, también se están beneficiando de este fenómeno municipios con abundancia de segundas residencias. Es el caso de Otura, municipio cercano a la capital. Quizás por la decisión de numerosas familias de asentarse en su segunda casa, Otura ha ganado desde marzo 270 nuevos vecinos. Al igual que ha ocurrido en Vélez de Benaudalla y Molvízar, cuya alcaldesa, Irene Justo, también ha hecho referencia a esta gran oportunidad que se abre para los pequeños pueblos en condiciones aparentemente desfavorables.
También en Padul, que ha ganado estos meses nada menos que 277 nuevos vecinos. El Ayuntamiento ha tenido que reforzar el servicio de empadronamiento. La funcionaria encargada dedica ahora toda la jornada al asunto.
El Ayuntamiento de Alfacar no ha detectado nuevos empadronamientos pero sí un mayor consumo de agua y producción de basura, y no solo en verano, en las zonas de segundas residencias.
Otros municipios pequeños no han ganado nuevos vecinos, pero personas que ya vivían en ellos se han empadronado para no tener problemas de movilidad durante el estado de alarma.
