Victoria taronja con sufrimiento en el estreno de la Euroliga 20-21

Valencia

Esto es la Euroliga. Aquí nadie regala nada. Ni un solo punto. Si no que se lo digan al Valencia Basket, que no levantó cabeza en el primer tramo de la edición de la pasada temporada. Pero esta vez, aunque sea con el sufirimiento que conlleva jugar con los mejores equipos del continente, el equipo taronja ha arrancado golpeando primero, tras derrotar al ASVEL Villeurbanne (65-63) ante más de 300 espectadores, que accedieron a la Fonteta. Otra gran noticia en estos tiempos de pandemia que corren.

Hubo mucho respeto e igualdad en el primer cuarto, en el que destacaron dos de los nuevos fichajes taronjas, dos de los jugadores que están llamados a ofrecer grandes noches en esta competición precisamente: Kalinic y Williams. A la practicidad y sacrificio del balcánico se le suma la espectacularidad del norteamericano. Además de terminar como máximo anotador del partido (15 puntos), se marcó un tapón que levantó del asiento a los más de 300 espectadores que había en la Fonteta y es puro espectáculo con sello NBA.

Fue en el segundo cuarto cuando más se pudo disfrutar con el Valencia Basket, que logró despegar en el marcador, con la aportación de la segunda unidad. En este capítulo, mención especial para el joven Pradilla y Prepelic, que contribuyeron a este buen cuarto en el que el Valencia Basket llegó a alcanzar una renta máxima de 12 puntos (37-25).

Pero el equipo de Ponsarnau entró en un bache que coincidió con los últimos minutos del segundo cuarto y la reanudación tras el descanso. De hecho, gracias a un parcial 0-8, los franceses redujeron su distancia en el marcador hasta 37-33. Y en los primeros minutos del tercer cuarto, con un espectacular Fall, el ASVEL logró darle la vuelta al marcador situándose un punto arriba (42-43).

Pero el equipo taronja se repuso a los problemas en su pintura, con Tobey manteniendo el tipo sin la ayuda de un Dubljevic más que discreto (se cargó de faltas en el primer cuarto y eso le lastró), y recuperó su ventaja en el marcador, llegando incluso a la mitad del último cuarto con ocho puntos de ventaja, gracias a la aportación de una agradable sorpresa como Hermannsson.

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Pero nadie dijo que fuera fácil (esto es la Euroliga) y tocaba sufrir hasta el final. El equipo taronja se reblandeció en defensa (sólo hizo una falta en el tramo final de partido) y a eso se le sumó la desgracia de una lesión que dejó KO a Sastre en una jugada que terminó con un triple de Lacombe que dejaba el marcador con empate a 63. Y en este momento llegaron los tiros definitivos: el que entró (Van Rossom) y el que fue al aro y fuera (el triple que se jugó Amine Noua) para darle la victoria a los taronjas en este primer partido de la Euroliga 20-21.