De la cumbre al fango

Asturias

Que tus propios compañeros de partido acaben llevándote a los tribunales no es normal; más bien es algo insólito, increíble incluso, sobre todo si el personaje al que se denuncia ante el juez es el propio fundador de dicha organización. Pues eso es lo que le ha ocurrido a Francisco Álvarez-Cascos. En once años pasó de crear una nueva formación, Foro Asturias, ganar unas elecciones y llegar a la Presidencia del Principado a ser menospreciado, desairado y humillado por un gran número de aquellos a los que antes había conquistado, embelesado y atraído a un proyecto que sólo necesitó cinco meses para triunfar en unos comicios.

La dirección de Foro que preside la ex alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón acusa a Álvarez-Cascos de varios delitos continuados de apropiación indebida y administración desleal, una querella que fue admitida a trámite por la titular del juzgado de instrucción número dos de Oviedo.

No es la primera vez que Cascos se ve obligado a responder ante la justicia, pero nunca de manera tan deshonrosa como sucede ahora: que tus correligionarios te echen de tu propio partido por gastos personales desmesurados a cargó de la organización, excesos que pusieron a Foro en una situación financiera límite (según Moriyón) deja muy, pero que muy tocada la imagen pública de quien llegará a ser presidente del Principado y número dos del Gobierno de España.

¿Pero cómo ha podido llegar Álvarez-Cascos a esta situación?, ¿qué le ha podido pasar a un político que estuvo en lo más alto, en la cumbre del poder en España como secretario general del PP con Fraga y Aznar y como vicepresidente primero del Gobierno del país, ostentando incluso durante algún verano la presidencia interina del ejecutivo nacional? Quizás lo que ha pasado sea solo el desenlace lógico a demasiados años de descomedimiento.