Los diez días negros en las residencias de mayores de Salamanca

Salamanca

La pandemia del covid ha golpeado fuertemente a los centros de mayores de toda España pero, en especial, a los ancianos de Castilla y León y de la provincia de Salamanca. De hecho, tras Valladolid, es en las residencias de la provincia salmantina donde más muertes por la COVID-19 se han producido desde que se registran los casos de la pandemia, en el mes de marzo.

El total de decesos en las residencias charras producidos, directamente, por el coronavirus asciende a 283 personas; a esta cifra hay que sumarle los 207 fallecidos con síntomas compatibles con la enfermedad de la COVID-19; es decir, en total han muerto por culpa del virus en las residencias salmantinas 490 ancianos.

Pero ha sido en los últimos diez días cuando las cifras de muertes de mayores han vuelto a ascender violentamente. En apenas diez jornadas, entre el 22 de septiembre y el 1 de octubre, 13 ancianos y residentes han perdido la vida en estos centros residenciales. La peor fecha fue el 23 de septiembre, cuando cinco personas perdieron la vida (al menos, esa fue la fecha en la que se notificó el fallecimiento, aunque se produjeran días antes las muertes).

Durante el estado de alarma era frecuente que la cifra de muertes creciera día a día. De hecho, el 25 de abril se llegó a la cifra de 400 muertos en las residencias por la COVID-19 y por tener síntomas compatibles; en un mes y una semana de estado de alarma se alcanzó esa terrible cifra que, cinco meses después, se acerca al medio millar de muertes.

Del mismo modo, Salamanca ronda desde hace semanas, y durante todo el mes de septiembre, las 100 personas aisladas en sus habitaciones, dato que llegó a superar las 1.500 personas confinadas en sus estancias. 1.246 personas han dado positivo en covid en los centros de mayores salmantinos, también la segunda cifra más alta de Castilla y León tras Valladolid.

La gravedad de la situación es extrema, aunque no tan peligrosamente elevada como en marzo y abril.