Fertiberia defiende la estabilidad del apilamiento y descarta fallas sísmicas en el estuario del Tinto
En la DIA aprobada por el Gobierno, la empresa asegura que la calidad del aire en el entorno del sistema de las balsas es buena. La Unión Europea califica las depósitos como un vertedero cubierto
Huelva
Fertiberia asegura que la estabilidad de las balsas de fosfoyesos está dentro de los márgenes legales de seguridad y descarta la existencia de fallas en el estuario del Tinto. Así se recoge en el Boletín Oficial del Estado, que ha publicado este lunes la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de clausura de las balsas.
Las obras del proyecto de clausura pueden generar emisiones de partículas tóxicas y radioactivas debido al movimiento de tierras y el trasiego de maquinaria. En la fase de post-clausura, la empresa debe evitar que proliferen especies animales o vegetales que puedan dañar la cubierta.
Según se desprende de la Declaración de Impacto Ambiental, la compañía está obligada a cumplir con las condiciones que fije la Junta de Andalucía en la Autorización Ambiental Integrada y en el Estudio de Impacto en la Salud de las balsas. Un documento, éste último, que está realizando actualmente la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica. También debe cumplir con las prescripciones que establezca el Consejo de Seguridad Nuclear en materia radiológica. Tanto en la zona 5 como en los aledaños de las zonas 2 y 3, hay localizados fosfoyesos negros o materiales con contaminación radiológica. El CSN debe pronunciarse en un dictamen y como consecuencia de ello y en el caso de que Fertiberia se vea obligada a modificar sustancialmente el proyecto, los cambios introducidos tendrán que someterse de nuevo al procedimiento de evaluación ambiental oportuno.
Fertiberia ha contestado a las alegaciones que planteaban la posible existencia de fallas que pudieran afectar a los depósitos, concluyendo que los Estudios y Bases de Datos Nacionales lo descartan. El investigador de la Onubense del departamento de Ciencias de la Tierra, Francisco Manuel Alonso Chaves, se ha reafirmado en el Hoy por Hoy en sus tesis sobre la existencia de esas fallas y el peligro que comportan para las balsas. Prueba de ello es la documentación histórica existente de terremotos en zonas próximas a las balsas.
En la DIA aprobada por el Gobierno, la empresa asegura que la calidad del aire en el entorno del sistema de las balsas es buena. Pese a ello, las obras del proyecto de clausura de pueden generar emisiones de partículas tóxicas y radioactivas debido al movimiento de tierras y el trasiego de maquinaria. De este punto ha hablado en el Hoy por Hoy el experto en calidad del aire de la Onubense, el catedrático Jesús de la Rosa, que ha sido categórico. De la Rosa considera la afirmación de la empresa como "una tomadura de pelo y un insulto a nuestro trabajo", que contradice a un estudio de cuatro años de trabajo del plan estatal de investigación. En el plan de vigilancia ambiental diseñado por Fertiberia para el control de parámetros atmosféricos durante la fase de clausura, se incluirá la medición de metales y de flúor, en el material particulado, con frecuencia trimestral. Una medida claramente insuficiente para De la Rosa.
Por otro lado, la empresa está obligada a desarrollar, con carácter urgente, un proyecto específico para la zona 4 de las balsas.
Las zonas 2 y 3 de las balsas tienen la consideración de vertedero cubierto según la normativa comunitaria en materia de medio ambiente, la IPPC.
La geomembrana de polietileno que cubrirá las balsas tendrá 1 milímetro de espesor. Un material que se cubrirá después con una capa de arcilla compactada de 60 centímetros de espesor. Durante el proceso de Post-clausura, la empresa tomará medidas para evitar el crecimiento de especies vegetales cuyas raíces puedan dañar las capas de impermeabilización, así como impedir el establecimiento de poblaciones de animales que puedan dañarla.
La empresa reconoce un incremento en la concentración de ortofosfatos, fósforo total, fluoruros, nitratos y aceites y grasas en el punto aguas abajo en la ría del Tinto, en la confluencia con estero del Rincón, respecto al punto de control situado aguas arriba, en San Juan del Puerto. Lo que se traduce en la constatación del impacto de las balsas sobre el estuario.
Estudio de impacto en la salud.
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía, informa que la actuación está sometida al procedimiento de evaluación de impacto en la salud, y que estima más conveniente incorporar en dicho procedimiento la evaluación de los aspectos relativos a la salud humana y poblaciones
Riesgos radiológicos e informe del CSN
La presente evaluación no comprende la evaluación de los aspectos radiológicos, por cuanto el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es el único organismo competente en materia de seguridad nuclear y protección radiológica. Así lo establece la Ley 15/1980, de 22 de abril, que asigna al CSN la capacidad de emitir un dictamen favorable. Tras las acciones correctoras, el CSN procederá a inspeccionar y reevaluar las condiciones radiológicas del área y emitirá un dictamen a los efectos oportunos, en el que se determinará si proceden las limitaciones de uso correspondientes de aquellos terrenos o recursos afectados, dando traslado del mismo a la comunidad autónoma correspondiente.
En el caso de que dicho dictamen obligue a modificar sustancialmente el proyecto evaluado desde el punto de vista ambiental, dicha modificación habrá de ser sometida al procedimiento de evaluación ambiental oportuno.
Fosfoyesos negros
Se han localizado, en el sistema de las balsas, una serie de zonas en las que las características físico-químicas de los fosfoyesos presentan una concentración de contaminantes y de radioisótopos mayores que los fosfoyesos convencionales, por lo que han sido denominados «fosfoyesos negros», estando localizados en cuatro recintos dentro de la zona 3, con un volumen estimado de 13.350 m3.
Estabilidad de las balsas
Los aspectos técnicos relacionados con la estabilidad de las balsas 2 y 3 poseen normativa reguladora propia e instrumentos específicos, en particular, derivados del Decreto 281/2002, de 12 de noviembre, por el que se regula el régimen de autorización y control de los depósitos de efluentes líquidos o de lodos procedentes de actividades industriales, mineras y agrarias de la Junta de Andalucía. Estos aspectos se encuentran pues reservados al órgano competente de acuerdo con el citado Decreto, a cuyo pronunciamiento se remite esta declaración en lo que se refiere a la cuestión de la estabilidad de las balsas
En cumplimiento del Decreto 281/2002, se establecieron unas «Normas de Seguridad Estructural» del apilamiento, cuyo seguimiento ha sido y es presentado, cada año, a las administraciones competentes. Por tanto estos aspectos no se contemplan en la presente evaluación de impacto ambiental y habrán de ajustarse a esta normativa específica.
Fertiberia asegura en su proyecto que la capacidad portante del apoyo (la marisma) bajo el apilamiento de fosfoyesos, ha sido estudiada, analizada y zonificada, así como modelizado el comportamiento del apoyo y su interacción con la estructura para las diversas hipótesis de carga, encontrándose en todos los casos, incluso ante un sismo extremo, dentro del margen de seguridad establecido por la normativa vigente, las guías de recomendaciones geotécnicas actuales, y las buenas prácticas de ingeniería.
Fertiberia descarta fallas en el Tinto y el Odiel
También han sido varias las alegaciones que han hecho referencia a los estudios que muestran la posible existencia de fallas que pudieran afectar a los depósitos. El promotor, en su respuesta a estas alegaciones, incluye un documento denominado Informe sobre la posibilidad de fallas activas, incluido en el Apéndice de marzo de 2018, como anejo 5, en el que muestra los argumentos a favor y en contra de la existencia de estas fallas, concluyendo que los Estudios y Bases de Datos Nacionales, específicos sobre fallas activas o recientes (QAFI, 2018; Mapa Neotectónico, 1998) no señalan fallas de estos tipos bajo los estuarios de los ríos Tinto y Odiel, ni consideran que la zona sea neotectónicamente activa.
Revegetación.
Sobre la capa de tierra vegetal del sistema de sellado propuesto, se implantará una cubierta herbácea en una superficie aproximada de 391 hectáreas, a través de técnicas de siembra e hidrosiembra (según limitaciones de la maquinaria y condicionantes del terreno y pendiente). Tan sólo están exentas de siembras las superficies de plantación de marisma. Las plantaciones están previstas en la mayor parte de la zona perimetral de la zona 3 y en la zona 4, sobre una superficie de 31 Ha. En la zona 4, además de especies arbustivas se proponen especies arbóreas.
Actuación en zona 5.
En un primer muestreo realizado por el promotor, se constató que algunas muestras de suelo contienen concentraciones apreciables de fluoruros, ortofosfatos y sulfatos. El promotor, tras el trámite de información pública, ha propuesto las siguientes actuaciones:
Realizar un muestreo detallado que permita delimitar las zonas con concentraciones de fluoruros, sulfatos y ortofosfatos propios de los fosfoyesos.
Sobre la base de dicho muestreo, proceder a la retirada de la capa superficial de suelos de unos 15 cm de espesor y depositarla en el interior de las balsas. Posteriormente se comprobaría la completa restauración de cada área excavada.
En la zona degradada identificada en la inspección visual se procedería a la excavación de todos los suelos afectados por los fosfoyesos, comprobándose posteriormente su completa restauración mediante la toma de muestras y análisis de los suelos remanentes.
Toma de muestras de las aguas embalsadas y en caso de que estuvieran afectadas por contaminantes propios de los fosfoyesos, una vez eliminada el agua por evaporación o por bombeo a la balsa de seguridad de la zona 3, se retiraría la capa de suelo y se analizaría el suelo remanente.
Canales mareales
En el estudio hidrogeológico que se realizó durante la elaboración del proyecto se identificó una conexión hidráulica entre los fosfoyesos y las formaciones que constituyen la unidad hidrogeológica arenosa subyacente, a través de perforaciones (sondeos, piezómetros, e inclinómetros) realizadas durante los estudios de geotecnia e hidrología en la zona 2. En las zonas 3 y 4 no se han encontrado. A través de estas perforaciones el agua de lluvia penetra en la masa de fosfoyesos, contaminándose y llegando a los antiguos canales mareales de marisma que fueron sepultados bajo los apilamientos y que se encuentran en su base. Tales canales además de permitir la salida de agua del sistema hacia el medio, también son una conexión hidráulica con el medio receptor en mareas de alto índice. Por todo ello, el proyecto aborda el sellado tanto de las perforaciones, como de los canales mareales en las zonas 2, 3 y 4.
Emisiones tóxicas y radioactivas durante los trabajos
Las principales operaciones que pueden originar emisiones a la atmósfera durante la clausura de las balsas son: el manejo de vehículos y maquinaria, por la emisión de los gases de combustión de los motores; las labores de nivelación de las superficies, y la ejecución de los sistemas de drenaje, ambas por la posible emisión de partículas con carácter toxico/radiactivo debido al movimiento de tierras y trasiego de maquinaria.
Duración de los trabajos
Las actuaciones proyectadas durante la fase de obras se agrupan en tres fases con una duración total estimada de diez años, con algunas actuaciones secuenciales, dadas sus distintas localizaciones y magnitudes, frente a otras que podrán simultanearse en el tiempo.
La fase de clausura abarcará todo el periodo que duren estas actividades, mientras que la fase de post-clausura tendrá una duración prevista de treinta años a partir del momento en que se hubiesen finalizado las labores de cobertura de las balsas y las infraestructuras finales de escorrentía de aguas pluviales.
Necesidades de material
El promotor ha comunicado los volúmenes de arcilla, de tierra vegetal y de escollera que serán necesarios para llevar a cabo la clausura del sistema de balsas y ha identificado las empresas de la provincia de Huelva que podrían suministrar dichos materiales: 2.408.361,55 m3 de arcilla, 1.734.504,10 m3 de tierra vegetal y 47.600,00 m3 de escollera; asegurando que cuentan con capacidad suficiente para ello. Este material será almacenado temporalmente en el interior del sistema de las balsas, aunque según especifica el promotor, no se conocerá la localización de los diferentes almacenamientos y/o acopios, hasta que no se inicie el proyecto.
Hidrología y calidad de las aguas superficiales.
Desde el punto de vista hidrológico, el área de estudio se enmarca en el Distrito Hidrográfico Tinto-Odiel-Piedras, y dentro del ámbito considerado tan solo están presentes como cursos fluviales de gran entidad, los ríos Tinto y Odiel.
Respecto a la calidad de estas aguas, el promotor incorpora un análisis de aguas del estuario de los ríos Tinto y Odiel, de su desembocadura a través del Canal del Padre Santo y del litoral de Huelva, realizado anualmente por los laboratorios del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Sevilla, a solicitud de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (AIQBE).
Las principales conclusiones de este estudio son que, en la ría del Tinto, se encuentran elevadas concentraciones, principalmente de cobre y cinc, debido a los propios aportes metálicos de su cuenca sin que la presencia de estos dos metales esté asociada a la presencia del sistema de balsas de yesos. En cuanto al resto de parámetros, se ha determinado un incremento en la concentración de ortofosfatos, fósforo total, fluoruros, nitratos y aceites y grasas en el punto aguas abajo en la ría del Tinto (confluencia con estero del Rincón), respecto al punto de control aguas arriba (San Juan del Puerto).
En cuanto a los sedimentos en la ría del Tinto, a medida que se avanza hacia la desembocadura en el Canal del Padre Santo, las concentraciones de todos los metales se incrementan hasta alcanzar la mitad del Canal, a partir de allí las concentraciones vuelven a decrecer hasta su desembocadura en el mar (donde el pH de las aguas aumenta y se produce una mayor mezcla con las aguas marinas). Un efecto similar, aunque menos acusado, se produce para el resto de parámetros no metálicos.
En relación con el riesgo de inundación fluvial, según los datos del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, las balsas de fosfoyesos no resultan inundadas salvo en el caso de la avenida de 500 años (probabilidad baja), en el que puede inundarse el extremo noreste de la zona 3.
Aguas ácidas
En la situación actual, atendiendo a los estudios realizados, y considerando la porosidad de los yesos y los niveles piezométricos detectados, el promotor estima la existencia de un volumen de agua ácida de poro en el apilamiento de 5.400.000 m3 (4.400.000 m3 en la Zona 2 y 1.000.000 m3 en la Zona 3).
El agua de proceso es un agua ácida (pH 1,6-1,7), con una conductividad eléctrica en torno a 31 mS/cm, y un elevado contenido en los siguientes aniones, ordenados de mayor a menor concentración: ortofosfatos, sulfatos, cloruros y fluoruros. Esta agua de proceso presenta también radiactividad procedente de la roca de fosfatos empleada en el proceso de fabricación del ácido fosfórico.
Espacios protegidos afectados
El proyecto puede afectar directamente a terrenos incluidos en la Zona de Especial Conservación (ZEC) «Marismas y Riberas del Tinto (ES6150014)», y en sus proximidades se encuentran además varios lugares pertenecientes a la Red Natura 2000 entre los que destacan por su cercanía:
1. ZEC «Estuario del río Tinto» (ES6150029).
2. LIC y ZEPA «Estero de Domingo Rubio» (ES6150003).
3. LIC y ZEPA «Marismas del Odiel» (ES0000025), Reserva de la Biosfera, y sitio Ramsar.
Alternativas
Fertiberia evaluó hasta siete alternativas posibles para el tratamiento de los fosfoyesos, decantándose finalmente por el confinamiento y aislamiento de los yesos. Una decisión que ha sido avalada recientemente por la Subdirección General de Residuos del Ministerio y por el Instituto Geológico y Minero. Se descartó la posibilidad, por ejemplo, del traslado de los residuos a otro lugar para su tratamiento ex situ o con destino a un vertedero, o la vía de su enterramiento en profundidad en la propia marisma.
El proyecto presentado por Fertiberia ha sido desarrollado de acuerdo con las prescripciones prioritarias establecidas por la Administración y con las exigencias técnicas fijadas en su día, que no contemplaban la alternativa del aprovechamiento de estos residuos.
Sistema fosfoyesos
El área afectada está dividida en 5 zonas con una superficie total de 1.120 ha, de las cuales, el proyecto presentado prevé actuar en las zonas 2, 3, 4 y 5, dado que la zona 1 se considera ya restaurada.
Transición Ecológica ha analizado en los últimos dos años y medio el documento técnico del proyecto, el estudio de impacto ambiental, el resultado de la información pública y de las consultas efectuadas, así como la documentación complementaria aportada por el promotor y las consultas adicionales realizadas.
Santiago González Sarrión
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