Los pulmones de Celestino Tolosa, irunés trabajador de la CAF, guardaban la verdad
Los pulmones de Celestino estaban guardados por "petición del fallecido" en el Hospital de Valdecilla.
Irun
La empresa de construcción de ferrocarriles vasca CAF ha sido sentenciada por el Juzgado de lo Social número 2 de San Sebastián ha condenado a la empresa guipuzcoana a indemnizar a la familia del trabajador que falleció tras un doble trasplante pulmonar con 133.665,16 euros, y cuyos órganos enfermos congelados permitieron demostrar el origen laboral de la asbestosis que padecía.
La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi mediante un comunicado ha explicado que el operario fallecido trabajó como calderero de 1973 a 1999 en las plantas de Irun y Beasain de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, donde estuvo "expuesto" al amianto.
En Septiembre de 2017 y gracias al análisis de los pulmones congelados del trabajador, la familia obtuvo un nuevo informe medico del Hospital de Valdecilla, en sustitución al informe que en 2006 se emitió. Un año después, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco declaró que su muerte derivaba de la enfermedad profesional.
la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi critica "el descaro" de CAF al afirmar que debería reducirse a la mitad la indemnización del trabajador por "el fuerte hábito tabáquico del trabajador". A su vez, piden a Osakidetza que "no colabore en la ocultación del origen profesional de numerosas enfermedades respiratorias" y comunique las sospechas de enfermedad de origen laboral a Osalan.