Teleconsultas: virtudes y defectos

Ciudad Real

"Tiene cosas buenas, pero tampoco es la panacea". Es una de las conclusiones que el cardiólogo del Hospital General de Ciudad Real, Manuel Rayo, hace de las teleconsultas, una nueva forma de atención sanitaria que, como consecuencia de la pandemia del coronavirus, ha llegado para quedarse. 

Las teleconsultas están a la orden del día, con el objetivo prioritario de dinamizar y agilizar las consultas médicas, especialmente aquellas que no revistan gravedad -como puede ser el caso de recetas de medicamentos o la consulta de resultados. Indudablemente, una de sus mayores "defectos" está en que la relación de tú a tú del médico con el paciente se pierde.

Según Rayo, los actos médicos se basan en tres pilares fundamentales: preguntar al paciente lo que le ocurre, la exploración física, y las pruebas complementarias. Las dos últimas, con las consultas por teléfono, desaparecen. "Se pueden valorar informes de radiografías o de analíticas, pero no es posible hacer exploraciones ni pruebas".