El VIII Camino contra el Cáncer se celebrará el 25 de octubre de manera virtual

Soria

Como consecuencia de la pandemia, este año, el Camino contra el  cáncer será virtual. Todos los que quieren participar y, por añadidura, colaborar con la labor que realiza esta asociación en la provincia podrán inscribirse a través de la web que se habilitará para tal efecto pero también personalmente en las dos mesas que se ubicarán en el Paseo del Espolón y en las proximidades de la sede, junto al local de la cuadrilla de San Esteban, en la avenida de los Duques de Soria. El precio de la inscripción será de 5 euros.

Además, todas las personas que quieran colaborar podrán enviar vídeos de corta duración de una marcha, de la distancia que quieran cubrir, en la que podrán, por ejemplo, dedicar el esfuerzo a los enfermos, familiares y amigos de afectados por la enfermedad. Con todas estas aportaciones se lanzará un vídeo a través de las redes sociales el día de la celebración de esta carrera virtual, el 25 de octubre. Estos vídeos pueden remitirse a través de whatsapp al número 697517759 o al correo electrónico soria@aecc.es.

Los responsables de la asociación han explicado que, por culpa de los efectos de la covid-19, ha descendido el número de consultas que atienden en su sede por lo que han decidido desarrollar una estrategia para la captación de nuevos beneficiarios. Además, han detectado también que no se conoce con precisión la cartera básica de servicios que prestan tales como asesoramiento psicológico individual y grupal; ayudas económicas; apoyo y acompañamiento en domicilios, residencia y hospitales; campañas informativas en centros escolares o empresas; talleres de ocio y distracción; pisos y residencias, o inserción sociolaboral.

Cualquier persona que padezca la enfermedad o sus familiares pueden conocer todos estos servicios en la sede de la AECC (avenida Duques de Soria 12-14) o a través del teléfono: 975 231 041.

El Presidente, Jesús Aguarón, ha presentado un informe al Subdelegado del Gobierno en el que se destaca que la covid-19 produjo una “saturación de la red asistencial que ocasionó limitación de consultas, retrasos diagnósticos, retrasos en los tratamientos de cáncer e interrupción en las campañas de cribado”. Además, consideran que los problemas laborales provocados por la pandemia pueden aumentar el riesgo de exclusión de las familias con enfermos de cáncer en edad laboral, que son el 40% de los diagnosticados. La AECC pone a disposición de estas familias un programa integral de atención social.

La covid-19 lleva aparejada también una mayor preocupación de los enfermos de cáncer que la que tiene la población en general por la situación sanitaria y económica. Sobre todo en los más jóvenes, las que han recibido el diagnóstico más recientemente y entre los que cuentan con menos ingresos. La situación emocional les genera mayor miedo a enfermar por la particular situación de su sistema inmunológico, a que enfermen los familiares que los cuidan y a no poder ser atendidos en un hospital. De esta forma, un 36% de los enfermos de cáncer han sufrido ansiedad o depresión durante el confinamiento. Por otra parte, los trabajos de investigación han quedado ralentizados e incluso algunos parados como consecuencia de los efectos de la pandemia.