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La Muga

El único hospital transfronterizo de Europa frente a la pandemia, por Jon Arozamena

El Hospital de Cerdanya, fundado en el año 2014 y situado en Girona, es el primer y aún hoy único hospital gestionado por dos sistemas públicos de salud pertenecientes a distintos estados, España y Francia en este caso.

LA MUGA HOSPITAL TRANSFRONTERIZO

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Irun

Aislado en la montaña de la comarca natural de la Cerdanya, a 1.200 metros de altitud se erige un pequeño hospital. Un hospital que sería como cualquier otro, si no fuera porque hay algo que lo hace distinto a todos los demás. Aunque situado en territorio español, también pertenece a Francia. Un ejemplo aislado de colaboración binacional que destaca en un clima como el que vivimos desde hace unos meses, en el que muchos países no sólo luchan contra el Covid-19, sino también entre sí con el fin de conseguir aquello que todos vamos a necesitar. Su Director Médico, el Doctor Josep Roig, ha hecho una parada en La Muga para contarnos como han afrontado y siguen afrontando la actual situación desde su particular experiencia.

El Doctor Roig no esconde que ha sido una gestión complicada. “Al ser un hospital de nivel comarcal con envergadura limitada, la concentración de ayudas más importante se dirigió hacia los hospitales más grandes. Al inicio, tuvimos mucha dificultad para conseguir material tanto de un lado como del otro.” Aunque al final, si algo ha dejado patente la pandemia ha sido, entre otras cosas, las grandes diferencias en las decisiones políticas de cada país frente al mismo enemigo. En cuanto a los EPIs concretamente, la disponibilidad de medios desigual entre ambos estados acabó haciendo acto de presencia también en el Hospital de Cerdanya: “La parte sur de la región de Occitania en Francia nos acabó ayudando incluso más que la parte catalana, pero sencillamente porque tenían más medios”.

Al ser un hospital sin UCIs, los pacientes que necesiten ser tratados en las mismas son derivados a otros hospitales. Así, a cada paciente se le intenta trasladar al hospital más cercano dentro del propio país. Pero debido a la saturación que se daba en Cataluña, algunos de esos pacientes fueron derivados a UCIs francesas. Si la pandemia ha puesto a prueba el concepto mismo de un hospital transfronterizo, para el Doctor Roig el veredicto es claro: “La experiencia que hemos vivido con la epidemia nos ha ayudado sin duda a abrir más las puertas a esta idea transfronteriza. Las barreras más complicadas son las administrativas, y no realmente las prácticas, porque durante este período, la práctica nos ha mostrado que la conexión con los servicios de salud tanto francés como catalán ha sido flexible y de calidad”.

La financiación del hospital se basa una proporción de 60/40: 60% del presupuesto es aportado por la sanidad pública de nuestro lado y 40% por el otro. Esa proporción es también el ratio de pacientes al que aspiraban los padres fundadores del hospital en función del origen geográfico. La realidad no es tan sencilla porque, salvo en casos de urgencias, el paciente galo medio puede ser bastante reticente a acudir a un hospital en territorio español pudiendo hacerlo en su propio país. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un punto de inflexión: “Cuando se abrió el hospital la presencia de ciudadanos franceses no superaba el 20%, y en la actualidad nos aproximamos a ese 40%. Es decir, poco a poco se está consiguiendo la fidelización del paciente francés hacia un hospital en territorio español”. Y es que esta situación extraordinaria que vivimos “le ha permitido al hospital aumentar la confianza del paciente francés, pero sobre todo la de su médico de cabecera, que es al final quien decide donde se deriva a su paciente.”

Más allá de este balance positivo, el Hospital de Cerdanya sigue enfrentándose a duras barreras administrativas, y para derribarlas se requiere una mayor voluntad política. La misma voluntad que dio lugar al nacimiento de esta experiencia piloto aún sin sucesores en otros territorios de frontera en Europa. Entre esas barreras administrativas se encuentra la de la posible desigualdad en determinadas condiciones salariales de los trabajadores en función de su país de origen: “Una de las principales tareas pendientes para nosotros es la de llegar a conseguir un estatuto propio que permita uniformizar aspectos como éste, para que no haya desigualdades de condiciones en la contratación de los distintos profesionales, que a día de hoy sí pueden darse”.

La pandemia mundial que todos sufrimos ha puesto a prueba la validez y eficacia del Hospital de Cerdanya. En definitiva, su propia razón de ser. Y por lo que nos cuentan quienes lo sacan adelante cada día, ha aprobado con creces. ¿Habrá tomado suficiente nota de este ejemplo la clase política local, estatal y europea?

 
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