Otro gran triunfo de Carlos Moyá
Moyá no ganó más títulos porque quiso jugar para vivir y no vivir para jugar
"La línea roja" de Matías Vallés (12/10/20)
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Palma
Si tenemos el triunfo de cada año en Roland Garros, ustedes ya saben que toca un comentario de homenaje… a Carlos Moyá.
Sustituir a Toni Nadal es más difícil que derrotar a Rafael Nadal, de ahí el mérito de Moyá al encauzar la madurez de aquel niño mallorquín que tuvo la oportunidad única de medirse en su más tierna juventud a quien fuera número uno del mundo, otro mallorquín llamado Carlos Moyá.
Biógrafos de Nadal han atribuido a esta oportunidad, de la que no gozaron muchos rivales, su proyección hacia el infinito concretado en trece títulos en otras tantas finales de Roland Garros, por no hablar de su condición de tenista más premiado de todos los tiempos.
Pero en su entrenador Carlos Moyá hay algo más.
Un campeón deportivo es una persona a la que solo hay que escuchar cuando tiene una pelota en las manos, y con reservas.
En cambio, la filosofía de Moyá no se restringe a lo deportivo ni a su militancia en la doctrina de que correr es de cobardes.
Moyá no ganó más títulos porque quiso jugar para vivir y no vivir para jugar.
No le reconocí su pensamiento mientras jugaba, por eso le tengo que dedicar un comentario ahora que sigue triunfando a través de Rafael Nadal.
