Cuando llegue el frío la ventilación será clave para evitar contagios
El investigador y experto en contaminación atmosférica Xavier Querol insiste en que además de la mascarilla y la distancia social, la correcta ventilación de los espacios cerrados puede evitar muchos contagios
Entrevista al profesor Xavier Querol
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Valencia
En Hoy por Hoy Locos por Valencia hemos hablado con el científico de Morella Xavier Querol, investigador del CSIC y premio Jaime I en el año 2013 por sus trabajos en el campo de la contaminación atmosférica. Ante la inminente llegada del invierno y sus fríos, todos estamos preocupados por la posible llegada de una tercera oleada del covid-19 y qué podemos hacer para minimizarla.
Mucho se está hablando de los aerosoles, las gotículas y lo conveniente que es ventilar espacios cerrados. Lo difícil será continuar con esta práctica cuando llegue el frío invierno y nos resistamos a abrir ventanas en colegios, centros de trabajo o en nuestras propias casas, pero habrá que hacerlo. Si hay que abrigarse más, se hace.
El profesor Querol nos recuerda que algunos estudios hacen responsables a los aerosoles de hasta el 75% de los contagios, y aunque no está totalmente demostrado, debemos recurrir a métodos tan sencillos como la recirculación del aire mediante ventilación cruzada para evitar la propagación de unas partículas que pueden llegar hasta los 5 metros.
En espacios en los que sea necesario recurrir al aire acondicionado, es conveniente que entre un 30% y un 50% de ese aire sea tomado del exterior para una mínima renovación del flujo interior.
Además, como se hace en aviones y quirófanos, esos sistemas de aire acondicionado deben incorporar filtros HEPA que retienen el cien por cien de las partículas que, junto al uso de germicidas, sería la mejor solución. Los sistemas de aire deberían introducir 10 litros de aire por segundo y persona para considerarse una correcta ventilación.
Respecto a la influencia de la contaminación atmosférica, materia de la que es experto el profesor Querol, nos dice que no afecta directamente al contagio del virus, pero sí empeora algunas enfermedades respiratorias y cardiovasculares, lo que hace que, caso de contagiarse, el paciente reaccione peor al tratamiento y tenga una recuperación más complicada.
