El comité del Plan de Emergencias de Protección Civil (Procicat) de Cataluña ha aprobado nuevas medidas restrictivas para hacer frente al aumento de casos de Covid-19 que se están produciendo en Cataluña en las últimas semanas. A pesar de que los datos no se acercan todavía a los que marcaron los meses de marzo y abril, el ejecutivo catalán ha querido adelantarse para evitar un confinamiento total como el de la primavera. En una rueda de prensa conjunta el vicepresidente en funciones, Pere Aragonés, junto con la consellera de Presidencia y portavoz, Meritxell Budó, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, y la consellera de Salud, Alba Vergés, han anunciado las nuevas medidas que contemplan el cierre de los bares y los restaurantes de toda Cataluña. A partir de la medianoche de este viernes, si se obtiene el aval del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, solo podrán servir comidas a domicilio. Para Aragonés se trata de “una medida dolorosa” y, conscientes del perjuicio que se producirá, “tomaremos medidas de apoyo al sector”. Por este motivo ha anunciado que el ejecutivo catalán aprobará el próximo martes una dotación inicial de 240 millones de euros. Aragonés ha señalado que la limitación de la actividad “es la única forma de cortar de raíz los contagios, porque la gente se relaja en exceso”. Al mismo tiempo, el vicepresidente con funciones de presidente pide a la ciudadanía que “limite los desplazamientos fuera del domicilio”. “Hay que evitar los encuentros esporádicos que se salen de lo cotidiano, la consecuencia podría ser un confinamiento total”. Aragonés ha recordado la situación de marzo y abril para justificar estas medidas: “Perdimos demasiadas vidas y tenemos que anticiparnos para no llegar tarde y tomar decisiones más restrictivas”. “Pedimos el máximo compromiso por parte de los ciudadanos para que el esfuerzo económico que harán algunos sectores no sea en vano”. Por su parte la consellera Budó ha recordado que se llevan siete meses luchando contra la pandemia y haciendo frente “a una crisis muy grave”. “Los datos epidemiológicos que tenemos hoy no son buenos ni en Cataluña, ni el estado, ni en Europa, y nos obligan a tomar unas medidas de prevención que nos gustaría tomar”. Al mismo tiempo ha pedido a la ciudadanía que “nos deben acompañar en la corresponsabilidad porque son medidas muy duras para algunos sectores”. “Si somos capaces de allanar la curva seremos capaces de garantizar la campaña de Navidad, los comercios, la temporada de esquí, y todos los puestos de trabajo que dependen”. También ha anunciado que la Generalitat propondrá incorporar una cláusula en el Código Civil catalán para que los establecimientos comerciales que estén afectados por las restricciones puedan aplazar el pago del alquiler de sus locales. Las medidas, según la consellera Budó, tienen dos niveles: limitar la movilidad y reducir la interacción social. Así mismo se ha decidido el aplazamiento de las competiciones deportivas de los próximos 15 días, excepto las que sean profesionales y las competiciones a nivel estatal e internacional. Se mantendrán los entrenos y las instalaciones deportivas estarán abiertas, incluidos los gimnasios, pero con un aforo del 50%. La situación epidémica en Cataluña se ha agravado este miércoles con la suma en las últimas 24 horas de 1.620 nuevos contagios, 23 fallecidos y 40 nuevos hospitalizados, con lo que ya son en total 1.024 los pacientes de coronavirus ingresados, 189 de ellos en la UCI, 17 más que ayer, el mismo número que había el 26 de mayo.