"El virus puede matar, pero la soledad también"

Córdoba

Después del confinamiento llegó esta mal llamada nueva normalidad, a la que, en opinión de Fernando Sarramea "todavía no nos hemos adaptado". "El confinamiento nos vino tan de repente que aún no hemos podido hacer el duelo por todas las cosas que hemos perdido y que tardarán mucho el volver", ha añadido este prestigioso psiquiatra del Hospital Reina Sofía en el programa Hoy por Hoy Córdoba.

Según Sarramea, que también dirige un equipo de investigación en salud mental en el IMIBIC y es profesor de la facultad de Medicina de la UCO, "no todos los grupos de población lo están pasando igual de mal. Sarramea recuerda que los mayores están evolucionando mucho peor ya que "su rendimiento intelectual se está viniendo abajo al estar recluidos con el único objetivo de no contagiarse". En su opinión habría que facilitar que los mayores reciban las visitas de sus familiares de forma segura, con distancia y mascarilla porque, como ha recordado, "el virus mata, pero la soledad también".

Otro grupo de población que según el doctor Sarramea ha visto aumentar los cuadros de ansiedad, angustia e insomnio es el de aquellos que ven amenazada su estabilidad laboral por culpa de la crisis económica generada por el coronavirus. "Las personas que están construyendo ahora su vida le tienen más miedo al paro que a la enfermedad", asegura el psiquiatra.

Hay que transmitir optimismo

Desde su experiencia en la unidad de salud mental del Hospital Reina Sofía, Fernando Sarramea insiste en que "tenemos que facilitar las vías de acceso para que aquellos que necesitan ayuda puedan pedirla". En lo emocional, ha añadido, "lo que no soluciones ahora acaba complicándose, como en cualquier otra patología".

El doctor Sarramea insiste en que es muy importante "ayudar a las personas explicándoles qué están sintiendo y por qué lo están sintiendo". Y, además, añade, "es necesario transmitir optimismo". "Es importante recordarle a la gente que si enfermas hoy tienes muchas menos probabilidades de acabar en un hospital, de pasar a una UCI y, por supuesto, de morirte", nos dice.

Y por último, un mensaje apelando a responsabilidad de todos. "Hasta que llegue la vacuna, todos somos vacuna".