La pesadilla de pasar la ITV

Palencia

"Colas para poder pasar la ITV". "Pasar la ITV se convierte en una pesadilla". "Se reclaman más medios ante el colapso en las ITV". Son algunos de los titulares que copan los medios de comunicación y que ponen de manifiesto la situación enervante a la que tienen que enfrentarse miles de ciudadanos y decenas de trabajadores que atienden las estaciones de servicio. La administración tiene que tomar medidas ante un monopolio que ahora mismo no funciona como debiera.

Un buen amigo me contaba recientemente la peripecia que tuvo que soportar para pasar la inspección. Le dieron cita a la larga y cuando por fin acude a la estación en la capital palentina, se encuentra con una cola de importantes dimensiones a la que se tienen que enfrentar unos trabajadores resignados a las críticas, víctimas de la mala organización de su empresa, Itevelesa. Dos horas tardó mi amigo en pasar por un servicio que en la práctica dura minutos. Menos mal que obtuvo el visto bueno al vehículo.

Porque esa es otra. Puedes tirarte dos horas o más esperando, y encontrarte con que el coche no es apto, y vuelta al casillero de salida, como cuando caes en la casilla de la calavera en el juego de la Oca. Se pregunta uno si nuestros políticos pasan la ITV o si, por el contrario, disponen de chóferes que les evitan la odisea. ¿Harán cola Fernández Mañueco o el señor Igea? Las imprecaciones de los usuarios son tales, que deberían oírse en la atalaya desde la que gobiernan.

Menos mal que el Tribunal Supremo ha rechazado que las ITV aplazadas por el estado de alarma deban repetirse en un plazo breve, medida que provocó un rechazo generalizado. Es una suspensión cautelar de una propuesta que, para que nos entendamos, pretendía que si, por ejemplo, un coche tenía que pasar la inspección en marzo y con la ampliación lo hizo en septiembre, la siguiente inspección tendría lugar en marzo de 2021, sólo seis meses después. No quieres caldo, toma dos tazas. Dos colas y dos pagos con el consiguiente quebranto en tiempos de crisis. El Supremo ha hecho que impere la cordura.

Lo han denunciado los sindicatos. La cita previa se ha mostrado inservible, no ha acabado con las largas colas, únicamente ha conseguido camuflarlas. Totalmente de acuerdo. Se han reducido los tiempos de espera, estaría bueno, pero el servicio sigue colapsado. Mientras haya coches esperando la friolera de dos horas, el problema persiste y aquí lo que falta es personal. Como he dicho, la situación es desesperante para el ciudadano; pero también lo es para unos trabajadores que soportan imprecaciones y en algunos casos hasta insultos. Sin comerlo, ni beberlo. A fin de cuentas, los principales responsables son la empresa que ha mejorado el servicio de forma insuficiente y una administración que ha permitido un monopolio que, en demasiadas ocasiones, se ha mostrado ineficaz. ¡Suerte si tienen que pasar la ITV!