"Don Gil y sus dos pollas"

Tenerife

Las hijas de don Baltasar Gil eran dos muchachas jóvenes, eran dos pollas, -se decía entonces-, en referencia a lozanía de sus dos hijas, como gallinas pequeñas. Don Baltasar Gil se presentaba cada día en la cafetería con sus dos hijas, que al ser gemelas y tan guapas, caían en gracia a todo el mundo.

La llegada de Don Gil y sus dos pollas provocaba cada día la alegría de los presentes en la cafetería, ¡ahí viene dos Gil presumiendo de sus dos pollas!, y de tanto presumir, la contracción del leguaje le acabó dejando en el "gilipollas". El padre Gil y sus dos hijas, las pollas. Y es que hay que tener cuidado con aquello de lo que presumimos, no solo por ser muestra de lo que carecemos, sino porque puede hacernos famosos por lo peor de nosotros mismos.

Eso le ha pasado al jefe médico del Unión Deportiva Egatesa, que saltó a la fama al hacerse virales sus insultos, sus comentarios soeces, sus faltas de respeto constantes en twitter a todo lo que se mueve. "Rata roja" es lo más suave que ha dicho Blas Ramón Almenara, el jefe médico del club femenino, siguiendo por perlas como "puto inútil", al Ministro de Sanidad, "falso felón, mentiroso psicópata, hipócrita asqueroso".

El club ya ha reprobado su comportamiento en privado y en público, y se barajan medidas más drásticas. Es decir, Baltasar se hizo famoso por presumir de sus dos hijas y acabó siendo siendo "el gilipollas", quién sabe como acabará don Blas si sigue presumiendo de su intolerancia y de sus dos buenos bemoles. Las chicas del Unión Deportiva Egatesa, el único representante en la Liga Iberdrola y premio Teide de Oro, no se merecen a semejante jefe médico en sus filas.