El Valencia que ha querido Peter Lim

Valencia

Doctores tiene la Iglesia y cada uno puede decir y/o escribir lo que le venga en gana, pero no parece el día adecuado para censurar el rendimiento individual de jugadores como Thierry Correia o Álex Blanco. Claro que el canterano podía haber estado mejor en la contra para el 1-2 al poco de iniciarse el segundo tiempo. Claro que el lateral portugués tiene carencias a la espalda. Pero, midiendo el detalle, es Gabriel quien se resbala en la acción del penalti. Es Wass a quien le falta contundencia en la jugada que precede al gol de Parejo. Y de esos dos no se habla. Fundamentalmente, porque si ponemos en duda a Paulista y al danés tenemos que bajar persiana y dedicarnos a otra cosa.

El problema del Valencia va mucho más allá. El drama de la temporada es tener que salir a jugar a La Cerámica con Yunus Musah y Álex Blanco en banda. Dos chavales que se dejan todo lo que tienen, que se matan a correr, que necesitan completar su proceso evolutivo sin una lupa constante sobre el cogote. La tragedia 20/21 es no haber firmado un recambio de garantías para el eje de la zaga sabiendo que Diakhaby está verde y, muy importante, que Gabriel es menos Gabriel sin Eze al lado. La irresponsabilidad con la que nos tocará apechugar los próximos nueve meses es haber permitido que Correia sea primera opción en el carril del dos pudiendo haber firmado a coste cero laterales para esa posición. El colmo de los colmos -más si cabe en una semana como esta- es que Kondogbia no tiene un recambio natural de garantías en la plantilla. Todo eso sin olvidar que hablamos de una institución con un máximo accionista multimillonario. Un señor que -eso nos vendieron Amadeo Salvo y Aurelio Martínez- venía aquí a acabar con todos los problemas económicos.

Luego podemos entrar en mil debates futbolísticos. Alguno de ellos relacionado con Javi Gracia. El equipo vuelve a salir mal a un partido, como ya le pasara ante el Levante o en Vigo. El plan era otro. Un Valencia con cuajo, que apenas concediera, con pocas lagunas defensivas. Claro que para eso la pareja en el pivote iba a ser Kondo-Capoué y no Wass-Carlos Soler. Esta tarde en La Cerámica quizá Gameiro debió aparecere mucho antes. Pero esas son cuestiones puntuales. Aciertos o errores. San Sebastián o Vila-real. El responsable de todo este desaguisado es otro. Aneu a passar-ho mal este any, me decía un buen amigo incondicional del submarino hoy al salir del estadio. Ese es el problema. En dos años, el murciélago ha pasado de dar miedo a generar compasión. Es lo que Lim ha querido.