Preocupación por la situación en los campamentos de refugiados saharauis
La ayuda humanitaria se había reducido antes de la pandemia y se ha acentuado el aislamiento con el cierre de frotneras
Las Palmas de Gran Canaria
La situación en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf es terrible. Así lo define Carmelo Ramírez, presidente de la Federación estatal de instituciones solidarias con el Sáhara, que apunta como la pandemia y el cierre de fronteras, tanto de Argelia como de los propios campamentos, llegó cuando ya se había reducido la ayuda de otros países en los últimos añós. Solo parece escapar a esa reducción la ayuda a través del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, recientemente galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Además ahora es casi imposible recibir envíos de familias, amigos o de otras instituciones.
Este año se cumplirán 45 años desde que España entregó el territorio a Marruecos sin culminar la descolonización y sin referéndum de independencia. Además el mes que viene se cumplirán 10 años del desmantelamiento del "Campamento de la Dignidad", a las afueras de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, y la vía diplomática parece bloqueada: el puesto de enviado especial del Secretario General de la ONU está vacante y sin renovar la MINURSO, la misión internacional de paz en la exprovincia española.