La Plata: epicentro de la devoción jerezana

Jerez de la Frontera

Rezos. Recogimiento. Verdad. Fe. Lágrimas. Sonrisas de satisfacción debajo de las mascarillas. Cirios. Incienso. Estos son algunos de los momentos, de las sensaciones que se vivieron el domingo 18 de octubre en el barrio de La Plata, en Jerez, en torno a María Santísima de la Candelaria.

Pasadas las ocho de la mañana, las puertas de la Parroquia de Santa Ana se abrían para que el cortejo comenzara a salir destino a los Museos de la Atalaya donde se realizarían las estaciones del Santo Rosario.

Después de algo más de siete meses desde la última salida procesional en Jerez, los cofrades demostraron de manera sobresaliente que se puede realizar rezos en el exterior de las parroquias.

Eso sí, la nota negativa la pusieron aquellos aficionados de los audiovisuales que se agolparon a la salida del Rosario de la Aurora en la puerta de la Parroquia de Santa Ana. No obstante, desde la cofradía del Lunes Santo se cumplió con la normativa vigente para frenar la pandemia de la covid-19 con la utilización de gel hidroalcohólico y guantes en los costaleros.

De 10 la cofradía en la calle, el comportamiento de los hermanos y devotos durante el transcurrir de la cofradía en la calle y dentro de los jardines de La Atalaya. De 10, también, cómo vestía María Santísima de la Candelaria con la saya de tisú de plata bordada en oro y ese manto de terciopelo burdeos bordado cedido por la Hermandad de la Exaltación, con una infinidad de detalles.

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La Madre de Dios estuvo en las calles de Jerez para amparar, repartir salud y esperanza. Porque más que nunca necesitamos de Ella y a Ella.