Paco López analiza con su plantilla los 'horrores' cometidos ante el Athletic

Valencia

El Levante ha encadenado tres derrotas consecutivas en La Liga en las que, además, ha sido incapaz de anotar, en una mala racha goleadora de un equipo acostumbrado a marcar y que se ha caracterizado por su juego de ataque.

Las primeras luces de alarma se han disparado por las malas sensaciones que transmitió en San Mamés y Paco López se ha encerrado este mediodía en el vestuario de Buñol con su plantilla para analizar jugada por jugada los detalles de la derrota ante el Athletic.

El conjunto levantinista venía de competir a un gran nivel ante el Valencia, el Sevilla y el Real Madrid. Dominó el juego en varias fases de estos partidos, siendo mejor con balón que sus rivales, pero en Bilbao el equipo granota no compareció.

Perdió la mayoría de los duelos individuales, no ganó disputas, cada contienda caía del lado rojiblanco y terminaron sucumbiendo por los pequeños detalles en los que Raúl García, Unai López, Ander Capa o Iñigo Martínez impusieron su ley.

Los conceptos que se habían trabajado para abortar las segundas jugadas, en el intento de anular la velocidad de Iñaki Williams no surtió el efecto deseado y en ‘el otro fútbol’ el Levante ya ha demostrado a lo largo de los años que no es un equipo 'canchero'. Tras una hora de partido y sin que se hubiera movido el marcador inicial el Athletic acumulaba tres tarjetas amarillas por una que vio Vezo en la primera mitad. Nadie protesta, nadie mete presión.

El cuerpo técnico levantinista apuesta por el buen trato del balón y por ganar los partidos a través de un juego combinativo, pero hay determinados encuentros a lo largo de un campeonato en los que también hay que sacar el colmillo e igualar el grado de tensión competitiva que ofrece tu oponente para evitar derrotas como la que sufrió el Levante en 'La Catedral'.

En este tipo de aspectos ha incidido Paco López en la charla que ha mantenido durante una hora con su plantilla y que seguro que causará un efecto positivo en un vestuario que aguarda su propia revancha el próximo lunes en La Cerámica ante el Celta de Vigo.