Los sindicatos anuncian movilizaciones unificadas por el desplome turístico

Tenerife

El desplome de la actividad turística ha convertido las zonas sur de las Islas en el epicentro de la crisis económica derivada de la Covid-19. La consejera de Economía, Elena Máñez, ha puesto sobre la mesa una previsión de caída del PIB cifrada ahora en más del 21 por ciento a finales de año. Sin embargo, el parón económico se palpa ya en la reincorporación de los trabajadores a sus puestos tras pasar por los ERTE. En Canarias, lo ha hecho el 60 por ciento frente al 80 por ciento del conjunto nacional. 

Con un panorama nada halagüeño para la temporada de invierno, los sindicatos han anunciado movilizaciones unificadas en las zonas turísticas de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura el próximo viernes, 13 de noviembre. En una resolución que firman la Unión General de Trabajadores, Sindicalistas de Base, Intersindical Canaria, el Frente sindical Obrero de Canarias y la Unión sindical Obrera se prevé también una manifestación que recorra Playa de las Américas. 

La falta de garantías en torno a tres ejes centrales ha derivado en este frente sindicalista común, que tacha de "inacción" a las administraciones públicas por varias razones. La primera, los ansiados y reclamados test PCR en puertos y aeropuertos: "A fecha de hoy no tenemos nada, son siete meses y hay que dar un paso al frente y exigir lo que creemos que es conveniente para demostrar seguridad y que pueden venir los turistas", destaca el portavoz del área de hostelería de UGT, Paco González. 

Con una dependencia del sector que supera el 40 por ciento del empleo, los representantes laborales ponen el foco en la saturación del Servicio Público de Empleo Estatal y las dilaciones para pagar las prestaciones por ERTE, una medida, a su juicio, insuficiente. "Los ERTE no son la panacea. Es verdad que tenemos la protección del Gobierno hasta el 31 de enero, pero la incertidumbre de qué pasará después está generando incluso problemas psicológicos a los trabajadores". 

Por último, González señala la Reforma Laboral aplicada por el Partido Popular en 2012 como otra de las grandes preocupaciones de los sindicatos: "Pedimos su derogación, no es una cuestión baladí. Nos va a pasar factura el año que viene por cómo están las empresas, nos puede dejar en una miseria más absoluta de la que ya padecemos en estos momentos".