Preocupación en los taxistas por la oleada de atracos en Santiago
En las últimas dos semanas se han producido cinco asaltos, tres de ellos a punta de navaja
Varios taxis esperan en una parada en Santiago / Cadena SER Galicia
Santiago de Compostela
Crece la preocupación entre los taxistas de Santiago ante la oleada de incidencias. En las últimas dos semanas se han denunciado cinco atracos. El último, en la madrugada de este martes.
Sucedió sobre las 7:25 de la mañana. Según explicaron a Radio Galicia desde Radio Taxi, una pareja se subió en la parada del Hospital Clínico, y pidió a la conductora que los llevase a Lestedo. Por el camino, le pusieron una navaja en el cuello y la obligaron a conducir por pistas.
Cuando regresó a la general, la mujer frenó en medio de la vía y se lanzó fuera del coche de un salto. La pareja se dio a la fuga en el propio taxi y pusieron rumbo al Pico Sacro. Allí se les perdió la pista porque desactivaron el GPS desde el que se seguía la ruta. El taxi apareció en una pista sin salida.
Horas después, fueron detenidos en las proximidades, porque frente la Parrillada O Breixo intentaron robar otro coche, el de una familia que en esos momentos dejaba a sus hijos en el autobús escolar.
Este es el quinto asalto en las dos últimas semanas que sufren los taxistas compostelanos, tres ellos a punta de navaja. Los conductores han identificado al hombre detenido como supuesto autor de varios de ellos, en los que estuvo acompañado por otro varón.
Entre los taxistas hay preocupación porque recuerdan que "no solamente son los atracos", sino que también "han subido los impagos". "Somos un foco. Nos ponen donde quieren y cuando quieren. Somos un objetivo, lo hemos sido siempre y, cuando la cosa se complica, volvemos a estar ahí", agrega Jesús García.
Sobre posibles soluciones, explica que hablarán con el concelleiro de Seguridade, Gonzalo Muíños, y con los responsables de la Policía Nacional y la Local. Están explorando qué mecanismos se pueden implantar para mejorar la seguridad, "quizás la instalación de cámaras", y "alguna fórmula disuasoria". También valoran la posibilidad de poder negarse a llevar a determinados clientes y poder identificarlos.
