Bandera Roja

La opinión de Juan Miguel Alonso (29/10/2020)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
León
Aquí el personal se ha creÍdo que es un rubiales californiano surfeando olas, pero de la que ha vuelto la resaca vírica andamos como Lina Morgan saliendo de una playa gallega cuando la mar se pone brava. Pelito descompuesto, cara morada y buche de agua en salazón a la espera de que los salvavidas de la cosa pública nos hagan el boca a boca. Pero la cosa se está poniendo jodIda porque cada vez somos más náufragos y hay menos David Hasselhoff para salvarnos en los hospitales y en los centros de salud.
Sí, de hecho, la tarea de entrar en un ambulatorio se ha puesto más complicada que la devolución de la pasta robada por Bárcenas. Uno pide cita, se la dan, espera la llamada el día en cuestión y , a veces, hay suerte y otras no. A un servidor hace una semana que me debería haber llamado mi doctora, pero lo nuestro se acabó de tanto usarlo, como en la copla mítica de la más grande. En fin , lo intentaremos de nuevo , a ver si en el laberinto de teclas, números y posibilidades cabalísticas me da otra oportunidad.
Y así seguimos, con decenas de miles de paisanos arrinconados en el rincón del olvido porque el estado se ha escondido detrás de un teléfono que no descuelga nunca nadie, o de una aplicación que no pueden o no saben usar. Abuelos, gentes de la ruralidad abandonada , excluidos , pobres de solemnidad sin iphones ni 5G, que tienen literalmente cerradas a cal y canto las puertas de Ayuntamientos, Seguridad Social, Haciendas, Ambulatorios y la madre del cordero porque sólo se accede con cita previa telefónica o internáutica. Y es una vergüenza soberana. Otra más en estos días en los que deberían poner de una vez una bandera roja en todos los pueblos de esta ruina llamada España.




