Inmobiliaria Caraballo: Acabo de heredar un piso, ¿y ahora qué?

Cuando uno recibe una herencia de una vivienda, lamentablemente no suele ser agradable, porque eso significa haber perdido a un familiar y uno puede desubicarse. Joaquín Caraballo, en Hoy por Hoy Sevilla, ha dado una serie de opciones para saber qué hacer con esa vivienda heredada. 1.-Dejar vacío el inmueble Quizás la peor opción de todas. Esto supone que una vivienda cerrada se deteriore, pierda valor y que se tenga que asumir los gastos (comunidad, IBI, derramas, suministros, etc.) Y sobre todo se corre el peor riesgo de todos, que la vivienda sea ocupada. 2.-Alquilar la vivienda Una solución sencilla a corto plazo y que genera ingresos para poder pagar los gastos. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con esta opción. Un alquiler es rentable e interesante cuando hay un buen inquilino que paga un precio justo y sin retrasos. Si el inquilino no paga, paga mal o es muy exigente, puede ser un problema. Además, se debe saber que los contratos de alquiler en la actualidad en España son de 5 años, y el inquilino, siempre que cumpla sus obligaciones, no tiene por qué salir del inmueble. Esto significa y no se podrá vender cuando interese en un momento determinado. Por último, ante un posible alquiler, no es lo mismo que ese ingreso sea sólo para un heredero, que haya que dividirlo entre cinco hermanos. 3.-Que la vivienda se la quede uno de los herederos Si hay varios herederos, es probable que alguno de ellos quiera quedarse con el inmueble para él mismo o para algún hijo/a. Esto es beneficioso porque es un cliente interesado de forma rápida y qué mejor que se lo quede un hermano/a o sobrino/a. Sin embargo, la parte negativa es ¿a qué precio? Como dice el refrán, podemos ser hermanos, pero no primos, por lo que debe ser a un precio justo para que todas las partes estén de acuerdo y no cree conflictos familiares. La recomendación de inmobiliaria Caraballo es que se llegue a un buen acuerdo y con el consenso de todos. 4.-Vender la vivienda a un tercero Esta quizás sea la opción más utilizada por la mayoría de personas que heredan una vivienda. Parece fácil, pero quizás sea la opción más compleja de ejecutar con éxito. Vender una vivienda no es poner un cartel ni subirla a internet. Requiere de: -Establecer un precio correcto que la demanda actual pueda asumir. Si la vivienda está fuera de precio, puede llevar años años venderla y probablemente se haga por un precio mucho más bajo que si la valoración hubiese sido la correcta. Para ello hay que hacer un estudio de mercado real de lo que se está vendiendo en la zona, en función de los m2 y el estado de la vivienda. -Una vez acordado el precio, hay que definir un plan de marketing para atraer a compradores. La vivienda debe estar en buen estado de cuidados y limpieza. -Una vez los compradores empiezan a llegar, se debe hacer una de las partes más importantes: filtrar. El filtro sirve para dos cosas: una para no perder el tiempo con visitas inútiles y dos para que no entren desconocidos en la casa con otras intenciones como ocupar la vivienda. El filtro incluye un estudio económico, ya que banco solo financia el 80% y el comprador debe tener ahorrado el 20% más los impuestos. -Si ya está definido el comprador/a perfecto, hay que cerrar el contrato con una señal o arras suficiente para salvaguardar los intereses de quien vende. -Tras esto comienza el papeleo de cara a la notaría. Escuche la entrevista completa a Joaquín Caraballo: Inmobiliaria Caraballo es especialista en herencias y si les da su confianza, ponen la vivienda a la venta, además de elaborarle GRATIS la documentación de adjudicación de herencia, trámites de impuestos y registro para poner a nombre de los herederos la vivienda heredada.