Once años de prisión para el parricida de Alcalá de Guadaíra
El condenado ante el Tribunal / Europa Press
La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a once años de cárcel al joven que asesinó a su madre, de 49 años, en la vivienda donde ambos convivían en la localidad de Alcalá de Guadaíra, decisión que adopta tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular el pasado 2 de octubre.
En la sentencia, facilitada este miércoles por la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el magistrado-presidente del Tribunal del Jurado condena a H.W.V. por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, con la agravante de parentesco y la atenuante analógica muy cualificada de tener mermadas sus capacidades volitivas e intelectivas por el trastorno ansioso depresivo que padecía en el momento de los hechos.
La sentencia recuerda que el jurado consideró probado que el suceso ocurrió sobre las 4.00 horas del 13 de noviembre de 2018 cuando el acusado, al salir de su habitación, se encontró con su madre "y se inició entre ambos una discusión" en el salón, donde el condenado la "agredió dándole una serie de empujones".
Cuando la víctima se dirigió hacia su dormitorio, el condenado, que llevaba cinco años practicando boxeo, "la siguió y comenzó a propinarle una serie persistente de golpes con los puños" en el rostro y en el cuerpo, principalmente en la cabeza, hasta que la víctima cayó al suelo, donde el encausado "continuó golpeándole con varias patadas en la cabeza" a pesar de que su progenitora antepuso sus brazos para defenderse.
Con la víctima tendida en el suelo, el encausado le dio "un golpe con el pie en la cabeza", tras lo que, estando su madre "ya inconsciente y por tanto sin posibilidad de defensa alguna", cogió un trozo de cristal de un espejo que salió fracturado durante la discusión y "le produjo una serie de incisiones en el abdomen y el tórax".
Sobre las 6.10 horas, "una vez finalizada la brutal agresión", el hijo se fue al salón, se sentó en el sofá y no contó a nadie lo sucedido hasta "más de tres horas" después, ya que a las 9.10 contactó por whatsapp con una amiga y sobre las 10.26 horas con su hermano para comunicarles que "había matado" a su madre.
Los forenses determinaron que se trataba de una muerte de etiología homicida por traumatismo, en concreto por distintos golpes efectuados sobre el cráneo y otras partes de su cuerpo.
La víctima presentaba diecisiete heridas de carácter inciso-contuso en la parte posterior e inferior del cráneo, una agrupación de dieciséis lesiones erosivas en el abdomen y el tórax y heridas defensivas tanto en los brazos como en las piernas.
El jurado consideró probado que el acusado golpeó a su madre "con intención de causarle la muerte", ya que la abordó de forma que "no pudiera reaccionar ni defenderse", y además la mató "aumentando deliberada e inhumanamente" su sufrimiento y causándole "padecimientos innecesarios para acabar con su vida".
En el momento de los hechos, el investigado se encontraba afectado por un trastorno ansioso depresivo que, "sin llegar a eliminarlas, mermaba sus capacidades volitivas e intelectivas", según consideró probado el jurado en su veredicto.
La Audiencia impone a H.W.V. la pena de once años de prisión, que fue la solicitada durante el juicio tanto por la Fiscalía, que inicialmente había pedido veintidós años, como por la defensa.
