Hoy la Covid, ayer la polio
La Firma de Javier Blanco
"Hoy la Covid, ayer la polio", la Firma de Javier Blanco
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Palencia
El pasado sábado se celebró el "Día Internacional Contra la Polio". Una conmemoración más de las establecidas por la ONU, que me va a permitir hoy meditar sobre la epidemia que asoló el mundo en la década de los 50/60 y su vacuna en España.
Las campañas de vacunación y las luchas políticas han ido de la mano en nuestro país en algunos de los azotes epidémicos sufridos. Así ocurrió en los años 60 con la de la polio. Las luchas de poder interno de la dictadura enfrentaron entonces a la Falange, que dominaba el Seguro Obligatorio (SEO), y a la Dirección General de Sanidad (DGS), gestionada por los militares católicos. Y de aquellos polvos... ya se sabe. Un elevado número de niños contagiados no pudieron acceder a la vacuna por falta de medios económicos en sus familias. Es decir, fuimos víctimas por ser pobres.
Habrá quien piense que las epidemias no saben de colores políticos, ni de situaciones sociales y económicas, que son muy democráticas porque afectan a todas las capas sociales. ¡Ja!
A una enfermedad se la combate mejor desde posiciones sociales acomodadas, más aún en aquellos tiempos de escasez y penurias económicas. Además, la desigualdad se acrecentaría después en la rehabilitación y los tratamientos correspondientes.
En muchos casos, nuestros padres tuvieron que ampararse en instituciones de caridad -San Juan de Dios en mi caso-, para que recibiéramos intervenciones quirúrgicas de dudosa eficacia después. Era un modo de experimentar en nuestros cuerpos lo que luego los mismos médicos aplicarían en los hospitales y clínicas de pago. O sea, que éramos lo más parecido a conejillos de Indias, vamos.
A las personas afectadas por la polio nos hicieron invisibles socialmente en la dictadura. Un silencio que contribuyó a mantener las mentiras y permitió alimentar la impunidad de un régimen, con el consentimiento de una Iglesia que no dudaba en atribuir a las familias la desgracia como un castigo divino. La penitencia se asentaba en el sufrimiento, el esfuerzo y la obediencia, valores acordes con el régimen político y su confesionalidad católica.
Recientemente, el profesor Juan Rodríguez Sánchez, de la Universidad de Salamanca, ha investigado en el Archivo General de la Administración y denuncia que los documentos de las compras de vacunas contra la polio del Régimen franquista han desaparecido. "Alguien mandó destruir esa parte de la Historia previa a 1964, cuando ya no se implantó la vacunación," asegura el profesor. Es una muestra más del comportamiento ocultador, encubridor y mentiroso de los regímenes totalitarios, a los que algunos ahora evocan como modelo de integridad patriótica.
Pues nada señores, sigan envueltos en la bandera de la mentira y falsificando la Historia, pero conmigo no cuenten.