¿La crisis sanitaria y económica la superamos solamente con confinamiento de la población?

Albacete

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), España, a pesar de haber mejorado algo después de los recortes experimentados tras la crisis de 2008, presenta unos datos del sistema sanitario muy por debajo de países europeos con los que tanto nos gusta compararnos en cuanto a resultados, pero olvidándonos de la inversiones.

España sigue estando en la parte baja de la tabla respecto a la zona euro en número de médicos, profesionales de la enfermería o camas por cada 1.000 habitantes.

Además de este retraso estructural de nuestro país en estos servicios públicos, también habría que destacar que el Fondo Monetario Internacional (FMI) confirma que España sigue siendo uno de los países que menos gasto público está dedicando a luchar contra el impacto del coronavirus.

La crisis sanitaria y económica no se resuelve solamente confinando a la gente en sus casas y limitando los derechos fundamentales de la población.

No es de recibo que muchos de nuestros gobernantes expliquen las malas cifras de nuestro país haciendo referencia exclusivamente a la irresponsabilidad de algunos.

Ellos si que deberían asumir su propia responsabilidad. Nos tendrán que explicar exactamente cómo han implantado sistemas de detección y rastreo. Cómo han mejorado el sistema de atención primaria. Cuántas camas hospitalarias y camas UCIS se han ampliado. A cuántos médicos y a cuántos profesionales de la enfermería se han contratado y si se les está pagando dignamente.

Eso por hablar solo de sanidad y no de educación o de ayudas directas a empresas y trabajadores.

En estos días, hasta los más liberales se vuelven keynesianos cuando, aunque sea de forma velada, ven que sin el sector público el sector privado no existe. Parece que Europa ha aprendido, a diferencia de lo que hizo en 2008, que en estos momentos hay inyectar liquidez para solventar la crisis sanitaria y evitar que la economía se hunda a niveles que el sistema sea incapaz de asumir.

Vamos a hacerlo y ya habrá tiempo de resolver el problema de la deuda asumida por los países para hacer frente a la pandemia.

Pero, de una vez por todas, a ver si nuestros gobernantes ayudan a reinventarnos como país y dejan de tirarse los trastos a la cabeza.