PCR en origen, no era una utopía
La necesidad de la PCR en origen venía avalada por profesionales médicos, y todavía recuerdo la mirada de superioridad con la que fue descartada por los políticos autonómicos, los estatales, los empresarios y el sector en pleno

"La línea roja" de Matías Vallés (03/11/20)
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Palma
Con motivo de la reapertura de la temporada turística balear con un plan piloto que todos sus promotores prefieren olvidar, surgió la célebre propuesta de la PCR en origen.
En síntesis, se trataba de que cada turista llegara a Balears con un test PCR que demostrara que era negativo respecto al coronavirus.
Por lo menos, unos días antes de emprender su viaje.
La necesidad de la PCR en origen venía avalada por profesionales médicos, y todavía recuerdo la mirada de superioridad con la que fue descartada por los políticos autonómicos, los estatales, los empresarios y el sector en pleno.
El resto es historia, con el Reino Unido, Alemania, Holanda, Dinamarca y demas países europeos desaconsejando a sus ciudadanos unas vacaciones en Balears, que se convirtió además en la región más castigada de Europa por la pandemia cuando en realidad debía recoger los frutos de una temporada abreviada.
No hubo PCR en origen, y tampoco hubo temporada.
A propósito, ¿cuáles eran las medidas sanitarias del plan piloto? Entre cero y ninguna.
Cuando en el Caribe se exigen hasta tres PCR por turista, conviene recordar el rechazo político a la PCR en origen en Balears, ahora que la consideran indispensable los mismos que la despreciaban hace un par de meses.




