Nadie nos preparó para una pandemia de dos años

Palencia

No, definitivamente, nadie nos preparó para una pandemia de dos años. Ciertas actitudes tampoco ayudan para estar preparados. Soy un cotilla, lo reconozco, debe ser defecto profesional. Les cuento parte de una conversación que escuché paseando recientemente por la zona de San Pablo. Una señora le decía al que supongo que sea su marido: “Pedro Sánchez es un asesino”. Y el marido, ya saben el dicho; “dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición”, contestó: “Esto es una dictadura”. Yo, que no debo inmiscuirme en conversaciones ajenas, continué mi paseo. Eso sí, el pensamiento es libre y en mi mente se quedaron las ganas de decir “Y ustedes son unos impresentables”. Con qué ligereza hablamos en estos días de dictadura. Señoras, señores, les guste más o menos, esto es una pandemia. Ya pueden cacarear lo que quieran los negacionistas, pero en Palencia llevamos más de 140 muertos.

Ni Pedro Sánchez, Ni Macron, ni Merkel son asesinos ni dictadores. Son mejores o peores gobernantes; pero en ningún caso merecen los descalificativos que algunos les atribuyen, especialmente en el caso de Sánchez. Los disturbios que se están registrando en distintas ciudades, esperemos que en Palencia no se produzca un efecto mimético, no representan el hartazgo de los ciudadanos de bien castigados por la crisis económica, no. Son la acción de gamberros y delincuentes, escoria humana del estrato más bajo de la sociedad. Las familias necesitadas no roban bicicletas ni niquis Lacoste. No, el Gobierno de Sánchez no lo ha hecho bien. No nos preparó para una pandemia a largo plazo. Entre otras lindezas nos llegó a decir que en julio podía estar solucionada. Terrible la miopía de los gobernantes que transmiten un optimismo que carece de sentido.

En medio, los ciudadanos ofrecemos claros síntomas de agotamiento. Las instituciones padecen falta de credibilidad por una política errática. Las leyes no tienen la precisión que requiere una situación de tal emergencia y estamos en medio de una jaula de grillos con la comunidad de Madrid como ejemplo palmario de irresponsabilidad consentida por el Gobierno. Hay hartazgo, miedo, desconciertoy estamos a punto de dinamitar el espíritu de unión que consolidamos en marzo. En ese marco, nos convertimos en injustos. No, no todos los políticos son iguales, con sus errores y aciertos. Vox, con su política incendiaria y de barra de bar, no es lo mismo que el resto de partidos.

No, no todos los jóvenes son iguales. Mientras unos queman contenedores, una inmensa minoría, hay una gran mayoría concienciada y mucho más sensible en cuestiones como el cambio climático que generaciones anteriores. No, no todas las personas mayores exhiben cordura y se comportan con más raciocinio que los jóvenes. Hay entre los mayores mucho insolidario, de esos que se creen que, por tener más años, tienen más derechos. Vuelvo al origen. No nos prepararon para una pandemia que puede durar dos años o más. Quién sabe. En verano abrimos las puertas al virus. En agosto vimos cómo estaba el panorama y seguimos incurriendo en los mismos errores. Ciudadanos y gestores. No perdamos la unidad. No nos dejemos arrastrar por los cantos de sirena de los impresentables que hablan con tanta ligereza de dictadores y criminales. Esos son mala gente. Muy mala.