Inaugurar no es malo
Inaugurar no es malo. Tampoco poner una primera piedra, cortar una cinta o descubrir una placa. Lo que es malo es la pompa, el exceso y el maquillaje

El Punto de Vista de Julián Giménez 03-11-2020
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Valencia
En el Ayuntamiento repiten una y otra vez que el Gobierno del Rialto no inaugura, que eso es cosa de otros tiempos. Pero la realidad es bien distinta. Las inauguraciones se disfrazan en las agendas como "visita las instalaciones", "asiste a la entrada en funcionamiento", o "acude a la puesta en servicio". Cualquier cosa para marcar distancia respecto a lo que hacía el PP aunque el resultado final se parezca a veces.
Que quede claro, inaugurar no es malo. Tampoco poner una primera piedra, cortar una cinta o descubrir una placa. Permite poner en valor la existencia de un nuevo equipamiento, de darlo a conocer a la ciudadanía y de paso tomarle el pulso a los barrios. Lo que es malo es la pompa, el exceso y el maquillaje, como dejar un barrio limpio como una patena solo por el mero hecho de que las autoridades van a protagonizar allí un acto. Eso sí que es censurable.

Julián Giménez
Licenciado en Ciencias de la Información por el CEU San Pablo de Valencia y Máster en Comunicación y...




