Enrique Ortiz, a un empleado: "En mi mesa, a ver si hay un sobre de Cívica con el Plan General"

Alicante

Los famosos "bocatas", el "píntalo de azul" o las presiones de Díaz Alperi al empresario Enrique Ortiz en favor de su hijo son algunas de las conversaciones que este viernes han salido a relucir en la segunda sesión de las escuchas telefónicas en el juicio por el presunto amaño del Plan General de Alicante.

Todas tuvieron lugar entre agosto y diciembre de 2008, incluido cuando en septiembre, Díaz Alperi dejó la vara de mando en manos de la hasta entonces edil de Urbanismo, Sonia Castedo.

Nada más conocer la noticia oficialmente del propio Díaz Alperi, Ortiz telefonea al también empresario Bernardo Campos, con el que está negociando la compra de terrenos en La Condomina, contándole la noticia y que sabe cómo quedan ciertos "aprovechamientos".

En varias conversaciones previas, desde mediados de agosto, le llama para adelantarle los plazos para el nuevo PGOU, que hasta octubre no salía a exposición pública. "El Plan General ya está hecho, yo tengo copia, vamos, te puedo enseñar copia", le dice; algo que también le propone en otra llamada al empresario Ramón Salvador.

En otro pinchazo le pide a un empleado suyo, Luis Perea, que busque en su despacho un sobre con el membrete de Cívica con el Plan General, dice. El "plano gordo", insiste.

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Otros fragmentos corresponden a conversaciones del promotor para citarse con el hijo del exalcalde, Otto Díaz, a quien ayudó a constituir una sociedad, a petición de su padre, por la que recibía transferencias mensuales de 37.000 euros. El propio Otto llama a Enrique Ortiz para reclamarle los 30.000 euros, que le dice se había comprometido con su padre a poner para entrar a formar parte de la sociedad.

En esta jornada también se ha escuchado el momento del famoso "píntalo de azul" a Castedo, en alusión a la recalificación de tres parcelas. Y han salido a relucir los famosos"bocadillos", las presuntas comisiones de dinero que Pablo Rico o Virgilio Ortiz, otros dos de los acusados, entregaban periódicamente a Díaz Alperi supuestamente como regalo por su trato de favor en la tramitación del Plan. El 25 de octubre Virgilio, hermano de Enrique, le pregunta adónde le lleva "el bocata", que finalmente le entrega en su barco.

También se recogen varias conversaciones entre Ortiz y otros promotores, como Aurelio González y Vicente Pérez Cañas, propietarios de parcelas en el sector Torre de las Huertas o La Condomina, con quienes realizó gestiones para vender parcelas con la mediación de Díaz Alperi, quien puso en contacto a los vendedores con otros dos intermediarios, Bernardo Campos y Jorge Yacobi, aunque al final esas gestiones no llegaron a plasmarse.

A Sonia Castedo se la escucha llamarle ya por Navidad para agradecerle "lo mucho" que le ha gustado el regalo de Ortiz de una cazadora que al final, confiesa, ha cambiado por otras cosas porque ya la tenía.