El Sporting hinca la rodilla ante su ex

Gijón

Azul turquesa por fuera, gris por dentro. Espeso, desacertado, incapaz en ataque, sin soluciones desde el banquillo y pagando caro un gran fallo en defensa, el Sporting vio truncada su buena racha precisamente ante el Mirandés, el equipo de José Alberto López. Tuvo que ser el exrojiblanco, el único entrenador asturiano del fútbol profesional, el que acabara con la buena dinámica del equipo gijonés, que seguirá entre los mejores porque se lo ha ganado, pero debe aprender de los errores porque dejará de estarlo si repite muchos partidos como el de Anduva.

En el fútbol es difícil saber si es antes el huevo o la gallina. ¿Estuvo tan flojo el Sporting por el mal rendimiento individual de varios jugadores o fue al revés? Saúl García, Aitor García, Pedro Díaz, Djurdjevic, Gaspar, José Gragera (salvo alguna fase puntual), Borja López en el gol... Todos ofrecieron su peor versión o, en algún caso, lo mejor que se puede decir de ellos es que no aparecieron. Tampoco los cambios de David Gallego mejoraron (esta vez) el rendimiento de un equipo que, claramente, no tenía su tarde.

Y eso que el Sporting empezó con una imagen aseada, aplicando el guión habitual de sus partidos. Presionaba bien y le daba velocidad al juego. El partido tenía ritmo, porque el Mirandés también se lo metió, confirmando la interesante propuesta que está trabajando, con menos presión y exigencia que en Gijón, José Alberto López.

Pero el Sporting se pegó pronto un tiro en el pie y lo pagó carísimo. Saúl García (cuya titularidad constante sigue generando un lógico debate) perdió un balón fuera de lugar, que propició el gol de Sergio Moreno por la mala fortuna de que Borja López no acertara a despejarla y de que Babin desviara la trayectoria del esférico.

Con ventaja en el marcador, el Mirandés llevó el partido a su terreno. El Sporting intentó reaccionar en la primera parte, pero se difuminó por completo en la segunda. Antes de marcharse con la sub 21, Manu García quiso despedirse con una alegría y de sus botas salieron varios pases más que interesantes a la espalda de la defensa local, pero el mediapunta se sintió solo e incomprendido. Únicamente uno de ellos lo aprovechó Djuka, todavía en la primera parte, para realizar el único disparo del Sporting entre los tres palos en todo el partido.

Tendrá, como ya ha tenido, tardes mejores el Sporting que la de este sábado. La próxima oportunidad será en casa, el lunes 16, contra el Rayo Vallecano y con la duda de cómo reaccionará este equipo a la baja de su jugador más desequilibrante. Esa ha de ser mayor preocupación que una derrota que el Sporting podía permitirse, pero que vuelve a apuntar la necesidad de mejorar este equipo de mediocampo para arriba. Porque no vale que solo brille Manu García. Así no se ganan partidos.