Las calles se convierten en urinarios
Ante el cierre de las cafeterías, se incrementan las quejas por la cantidad de personas que orinan en público. El alcalde de Santiago dice que instalarán baños portátiles por toda la ciudad
Santiago de Compostela
Las calles de Santiago se han convertido en urinarios. Y no precisamente en las noches de movida. Más bien al contrario. Es uno de los efectos colaterales - e inesperados - del cierre total de la hostelería.
Desde el sábado, en Compostela y otros 59 municipios gallegos están vigentes nuevas medidas restrictivas que suponen, entre otras cosas, que los establecimientos hosteleros solo pueden servir comida para recoger o para entregar a domicilio.
Este cierre total de la hostelería provoca efectos económicos, para los que las administraciones tratan de encontrar soluciones, y otras consecuencias colaterales con las que nadie había contado. Desde que cerraron los bares, cafeterías y restaurantes, han aumentado las quejas en Santaigo por la cantiad de personas que orinan en la calle.
En su entrevista en Hoy por Hoy Santiago de Radio Galicia, el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo, admitió que se trata de "un problemón" y que trabajan para ponerle solución. El regidor anunció que instalarán, "por toda la ciudad", baños portátiles públicos para que los ciudadanos puedan aliviarse sin necesidad de hacerlo en la calle.
Iñigo Caínzos
Redactor en Radio Galicia desde julio de 2021. Graduado en Administración y Dirección de Empresas y...