La hostelería gaditana sale a la calle para clamar por su supervivencia

Cádiz

Cerca de 2.000 personas, entre trabajadores y empresarios de hostelería, han recorrido la avenida principal de Cádiz en una manifestación convocada por HORECA para protestar por la situación crítica en la que quedan tras el cierre obligado a las 18:00 y el cierre perimetral de todos los municipios.

A las 11:00 partía la cabecera desde la plaza Asdrúbal, con una pancarta con el mensaje "sin ayudas nos arruinan". Durante algo más de una hora, un importante número de asistentes se ha manifestado con cánticos de "queremos trabajar".

Denuncian la difícil situación económica a la que les aboca, sobre todo, el cierre obligatorio a las 18:00. Han perdido las meriendas y, lo que es más importante, las cenas. Turnos que, en muchos casos, suponían hasta el 60% de su recaudación diaria.

Reclaman que la Junta de Andalucía ponga en marcha un programa de ayudas a fondo perdido, efectivas y que cubran los gastos de mantenimiento (alquiler, suministros y tasas) como mínimo hasta el 23 de noviembre, fecha en la que las medidas tocan a su fin, a no ser que el gobierno andaluz decida prorrogarlas.

Un apoyo fundamental para que puedan sobrevivir, pues han visto cómo desde el final del verano se ha ido cerrando el cerco sobre la hostelería, con una restricción cada vez más importante en sus horarios de cierre y de entregas a domicilio.

Precisamente esa es otra de las quejas que trasladan los profesionales de la hostelería, que ahora tienen como tope máximo para poder repartir su comida a domicilio hasta las 21:30. Algo del todo inviable, como relata Carlos, propietario de Saja River: "Si a las 20:30 empieza la gente a pedir y a las 21:30 tienes que cerrar, no podemos hacer nada, estos horarios no tienen sentido".

Reclaman que se amplíe ese horario límite para entregar a domicilio incluso por encima del toque de queda para poder salvar su caja del día y que el cierre a mitad de tarde no suponga un varapalo que ponga en cuestión incluso su continuidad.

"Necesitamos trabajar, solo pedimos eso, poder trabajar, solo nos cierran puertas y hace falta que nos abran alguna ventana", reclamó el presidente de la patronal hostelera, Antonio de María, quien ha pedido al gobierno central que ofrezca alguna solución para que los negocios puedan poner en marcha ERTE con mayor facilidad y con cobertura económica total de su coste.

La manifestación, si bien estaba motivada por las restricciones aplicadas por la Junta de Andalucía, ha finalizado en las Puertas de Tierra, provocando el descontento de algunos asistentes, que "se les ha quedado corta" una protesta que esperaban terminar frente a la delegación de la Junta de Andalucía, en Plaza de España.

Pero la manifestación tenía autorización hasta las Puertas de Tierra. Una vez concluida, un nutrido grupo de profesionales hosteleros se ha desplazado por la Cuesta de Las Calesas hasta el Ayuntamiento de Cádiz, donde han llevado a cabo una cacerolada en la puerta de la casa consistorial.

A continuación, y cuando la inmensa mayoría de personas había finalizado la protesta, un pequeño grupo de manifestantes ha increpado a los trabajadores de los establecimientos que han abierto hoy. Destacar que la movilización solo implicaba la manifestación, en ningún momento llamaba a la huelga o al cierre masivo de los negocios.

Este reducido número de personas ha provocado escenas de tensión sobre todo cuando han retirado, forzosamente, las mesas de una terraza de la Plaza de las Flores, llegando incluso a encararse a una persona que les reprochaba su comportamiento.