Una imagen diaria para plasmar la bella y difícil realidad rural
Dos jóvenes se plantean el reto de dar a conocer el municipio de Pardilla subiendo cada día a la red una fotografía que visibilice su riqueza y reivindique sus necesidades
Conversación con Cristina García y Daniel Palazón sobre su proyecto @pardilla365
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Pardilla
Si una imagen vale más que 1000 palabras 365 imágenes se convierten en un enorme altavoz, que amplificado por las redes sociales pueden hacer visible las bondades de un pueblo pero igualmente sus necesidades. Es el reto que se han propuesto Daniel Palazón y Cristina García, una pareja vinculada familiarmente a Pardilla que durante todo un año difundirán una imagen diaria de este municipio ribereño, buscando reflejar su vida, su ritmo, su belleza pero también sus necesidades. Lo están haciendo a través de la cuenta de instagram @pardilla365 El objetivo no sólo es dar a conocer la belleza paisajística o los rincones más genuinos del municipio sino también reconocer la dificultad que a veces tiene vivir en el pueblo y reivindicar sus necesidadades. “Queremos mostrar la vida de un pueblo con las carecterísticas de Pardilla a lo largo de un año.” explica Daniel Palazón. “Pero no solo paisajísticas, sino poner en valor que sigue habiendo vida y lo difícil que es. Y si queremos que no se pierda tenemos que ayudarles y mostrar que se puede vivir, que se puede vivir muy bien, pero tienen que tener servicios y ciertas necesidades básicas cubiertas para mantenerse.”
Para ello cada imagen irá acompañada de una canción y también de un pequeño texto explicativo y reflejarán paisajes y edificios, pero también escenas vitales o estampas que muestren significativas carencias. Un reto que nace de la pasión de dos millennials por un pueblo con el que han establecido vínculos por vía familiar, pero cuya vivencia cotidiana les ha hecho conscientes, por una parte, de los beneficios de la vida en el medio rural pero también de que, para que sea realmente atractiva, sus habitantes deben tener los mismos derechos reales que la ciudadanía de núcleos más poblados. Cristina García explica que muchos jóvenes de su generación están ‘redescubriendo’ el lugar en el que vivieron sus mayores. “Nosotros estábamos ciegos, sólo queríamos Madrid. Y de repente llegas a Madrid, te das la vuelta y te preguntas ‘¿Por qué esto es triunfar?’ Miras atrás, ves lo que se vivio antes y piensas ‘a lo mejor eso es lo que yo quiero vivir’ aunque nos hayan dicho que triunfar es irse del pueblo. Yo me he dado cuenta que triunfar es estar donde te encuentres cómodo. Y en un pueblo se vive muy bien”, reflexiona.
Esta joven no se olvida de matizar que para que las ventajas del medio rural no se vean eclipsadas por las dificultades que aún viven sus habitantes hay que seguir reivindicando los mismos servicios básicos que ofrecen ciudades o pueblos más grandes, aunque subraya también que los avances con respecto a décadas atrás ya han sido grandes “El de hoy no es el mismo medio rural en el que vivieron nuestros abuelos. Ha evolucionado, se ha modernizado… puede tener las bondades de una ciudad pero con un entorno que te ermite volver a conectar con la naturaleza, no tener que tragarte una hora para llegar al trabajo… ¡Es maravilloso!”
La iniciativa cuenta con la simpatía del vecindario del municipio, pero también ha despertado el interés de colectivos socio-culturales de pueblos cercanos, lo que unido al interés de los dos jóvenes promotores por dar continuidad al proyecto permite augurar nuevas iniciativas similares en la comarca.