Aurelio Prieto: uno de los guardias civiles asesinados cada once días en 1980
Le recordamos con su viuda, Conchi Fernández. Además, hablamos del libro '1980. El terrorismo contra la transición'. Ramón Etxezarreta firma la reflexión final
Capítulo 24 | Aurelio Prieto, un guardia civil asesinado cada once días en 1980
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Bilbao
Alsasua simboliza como pocas localidades la hostilidad de un sector de nuestras sociedad hacia la Guardia Civil. Imagínense a finales de los años 70, ser vecina del pueblo y enamorarse de un agente del Instituto Armado, Aurelio, con el que se casó año y medio después. La historia no acabó bien, los Comandos Autónomos Anticapitalistas se cruzaron en su camino Este sábado se cumplen 40 años de su asesinato en Tolosa.
"Nos conocimos en San Sebastián, estaba ahi trabajando. Era muy alegre, muy amigo de sus amigos, él pensaba que con el diálogo se podía solucionar los problemas", recuerda la viuda. "Nos casamos y tuve una niña que tenía 6 meses cuando ocurrió el atentado. Cuando te juntabas con las mujeres del cuartel de Intxaurindo -donde vivía el matrimonio- te decían que si una pareja de la Guardia Civil uniformada subía a tu casa, es que te ha tocado a ti", señala en La Ventana de la Memoria.
"Yo estaba con una amiga, con mi hija en brazos y subimos en el ascensor junto con dos agentes que se bajan en el mismo piso que el mío y se dirigen a mi casa. A partir de ese momento, hay cosas que ya ni me acuerdo".
Conchi quería marcharse de Euskadi porque "aquello no era vida, con un bebé a tu cargo... Cuando salíamos juntos, mi marido y yo, tenías miedo, cualquiera que se colocara detrás en una acera ya empezabas a sospechar.",
El día del atentado
"Se fue a las 7.30 de la mañana. Tenía que hacer algún trabajo por Tolosa. Junto a su compañero, fueron a Ibarra, a la ermita de Izaskun a tomar un café y vieron a dos chicos en la iglesia sentados en un coche. Les pidieron la documentación y les respondieron con disparos, a él le dieron en el hombro y a su compañero en el codo. Como no podía coger su arma se tiró por el monte por lo que fueron a por Aurelio herido en el suelo y lo remataron".
No ha habido juicio "pero sé quienes son, Eugenio Barrueta Bengoa y el que ha fallecido hace unos meses, Jesus Urteaga.
¿Te costó casarte?
"Tenía 18 años, no sabes bien dónde te estas metiendo... Mis amigos desaparecieron, parte de mi familia también, uno de mis hermanos que vivía en Legazpia me pidió que no fuera a su casa para que no le señalaran", recuerda Conchi.
"Fui a enterrarle a Aurelio y después con la hija empiezas de cero. Con la ayuda de mis suegros porque sino me voy a a vivir debajo de un puente. No tenía nada y al poco me pidieron abandonar el cuartel. Me quedé en Mérida cuatro años, y después me instalé, hasta hoy, en Zaragoza".
Para buscar justica se apuntó en COVITE "había un amigo dentro de la asociación y yo quería justicia, que no se olvidara y este colectivo era el que más luchaba por eso". añade.
"A mi hija Laura más que perdón, convivencia, le transmito justicia. Puedo perdonar que me pongan la zancadilla pero no lo que hicieron. Le cuento cómo era su padre. Tiene una risa con la suya", concluye
1980 fue un año negro del terrorismo en España.
Gaizka Fernández Soldevilla y Maria Jiménez han escrito un libro '1980: el terrorismo contra la transición" que relata y recoge los atentados y los acontecimientos que marcaron la sociedad vasca y española en aquel año. "Había tres escisiones de ETA ese año. Los Comandos Autónomos Anticapitalistas se conforman con restos de presos amnistiados, críticos con la ETA 'oficial', gente asamblearia,... Era un conglomerado de células sin indeologia clara y muy mortífera. Causan 9 asesinatos en ese año y han sido olvidados hoy en día", señala Fernández.
"El libro surgió a rebufo del de Pardines y pensé en hacer otro con expertos, politólogos, historiadores y fijarnos en ese año. en 1980 cuando hubo, políticamente y socialmente, muchos momentos clave; el germen del golpe de Estado, crisis económica, terrorismo, etc...y hemos sacado perspectivas muy interesantes". Sobre el número exacto de asesinatos en ese año, "fue complicado detallarlos, los que están certificados son 132 asesinados, 100 heridos y 20 secuestrados"
María Jiménez, de la Universidad de Navarra, se ha ocupado del rostro humano de las víctimas, "pensamos que en las investigaciones, las victimas han sido un actor pasivo, han sufrido sus consecuencias pero durante demasiado tiempo no se les ha dado voz, algo que solo ellas pueden contar", asegura. "Que puedan contar ese dolor al que se han visto abocadas tiene cierta reparación", dice Jiménez
La reflexión
La Ventana de la Memoria concluye con una reflexión, la de Ramón Etxezarreta, político y escritor.