La UJA colabora para restaurar la Torre del Homenaje del Castillo de Higuera de Calatrava

Jaén

Investigadores de la Universidad de Jaén están colaborando para restaurar y acondicionar la Torre del Homenaje del Castillo de Higuera de Calatrava, que estaba prácticamente en estado ruinoso y que desde hace meses figura como uno de los objetivos prioritarios para el ayuntamiento de la localidad, que quiere recuperar esta fortificación datada entre el siglo XIII y XIV y único elemento BIC del municipio.

Concretamente son profesionales del equipo del Laboratorio de Arqueología de la Arquitectura del Área de Historia Medieval y del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la UJA los que colaboran estrechamente en el desarrollo de las investigacciones y seguimientos arqueológicos efectuados en los últimos meses en el interior de la fortificación dentro de la fase 1 del proyecto, que tendrá una segunda que tratará también de intervenir en la restauración del exterior del torreón cuando el ayuntamiento busque la financiación que necesita.

En esta primera, que ha financiado la Junta de Andalucía, se han eliminado añadidos carentes de valor de cara a conservar lo genuino, acometiéndose principalmente trabajos de limpieza, conservación y consolidación de los paramentos, bóvedas y suelos de las salas, según destacan desde la Universidad de Jaén. A la vez, estos espacios se han completado con la dotación de instalaciones de iluminación y adaptación interior para su accesibilidad dentro de unos trabajos que se han completado con la proyección de nuevos pavimentos para las estancias interiores mediante soleras de mortero de cal, que han permitido la protección de niveles originales. Estas labores de consolidación y restauración también se han extendido a los tramos de escaleras que permiten la conexión entre los distintos niveles de la torre.

Baluarte del poder calatravo

Según indica la Universidad de Jaén, esta Torre del Homenaje del antiguo Castillo de Higuera de Calatrava es una fortificación que cumplió funciones militares relativamente importantes a lo largo de los siglos XIII y XIV, ya que actuó como baluarte del poder calatravo en la campiña marteña y fue protagonista de algunos episodios bélicos. Se trata de uno de los pocos elementos patrimoniales de la población y el único inmueble que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural en este municipio.

El conjunto de los trabajos de consolidación y restauración lo dirigen los arquitectos Sebastián Rueda y Jesús Rubia y los estudios, con la excavación de diversos sondeos arqueológicos y el análisis de las estructuras emergentes, han estado liderados por el catedrático Vicente Salvatierra, además de contar con la coordinación de Juan Carlos Castillo, Mercedes Navarro e Irene Montilla, investigadores del Area de Historia Medieval de la UJA.

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