Horacio Echevarrieta, el empresario bilbaino que desafió crisis y pandemias
Fundador de Unión Radio, Iberia o Iberdrola, se le llamó el "empresario esquirol" por mejorar las condiciones laborales en sus minas
Bilbao
Cuando se cumplen 150 años de su nacimiento, Horacio Echevarrieta vuelve a la "vida" gracias a dos profesores de la Cátedra Unesco que bucan reivindicar la figura de este empresario bilbaíno porque no entienden cómo se ha dejado en el olvido. Considerado por algunos como "el gran magnate bilbaíno", incluso "todo un ciudadano Kane", los profesores María Peraita y Gonzalo Arroita resumen sus hazañas en un libro que ve ahora la luz.
Un visionario
'Horacio. Las 150 vidas de Horacio Echevarrieta'
19:57
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Según los autores, "el negocio minero constituyó la base de la comunidad de bienes Echevarrieta y Larrínaga y el motor que impulsó su crecimiento durante los primeros años, pero la visión de Horacio Echevarrieta fue la que realmente la catapultó a niveles insospechados. Supo aprovechar el momento, generar vínculos, propiciar sinergias y, sobre todo, diversificar. En poco más de una década se vio encabezando los negocios más innovadores de España en sectores tan dispares como el hidroeléctrico, el urbanístico o el aéreo".
<p>Estas son algunas de las imágenes incluidas en el libro sobre su vida en el 150 aniversario de su nacimiento</p>
En la entrevista en Hoy por Hoy Bilbao que aquí puedes recuperar, Gonzalo y María recuerdan cómo la experiencia de Echevarrieta en el mundo de las comunicaciones se extendió también a nuevos canales de difusión, "y fue así como en 1925 participó en lo que por aquel entonces se llamaba telefonía sin hilos, creando Unión Radio, la actual Cadena SER."
Un currículum que incluye la visión de que el desarrollo precisaría de energía, y por ello entró en empresas como Saltos del Ter, Saltos del Duero (germen de Iberdrola), Carbones Asturianos y prospecciones petrolíferas. El desarrollo urbano fue otro de sus puntos fuertes. Invirtió en cementeras y serrerías para hacerlos realidad.
El "empresario esquirol"
En el libro 'Las 150 vidas de Horacio Echevarrieta' María y Gonzalo recopilan fotos, testimonios y documentación. "Nos resultó muy extraño, que la tercera persona más influyente de España en los años 20, por detrás del Rey Alfonso XIII y del Jefe del Estado, hubiera conseguido que todo el mundo hablara bien de él y que ahora tan poca gente le recordara". Y realmente eso era complicado porque el empresario tuvo que enfrentarse a las duras huelgas en el sector minero, enfrentándose cuando decidió mejorar la jornada laboral a sus obreros, a la burla del resto de patronos que le apelaron el "empresario esquirol". Empleó las más novedosas técnicas y los mejores profesionales y completó el esquema con buenos contactos políticos como Indalecio Prieto y apuesta por la protección y responsabilidad social.
Guerras y pandemias
En el libro que ahora se publica, queda patente que el desarrollo económico y fortuna de Echevarrieta se produce fundamentalmente entre el comienzo de la primera Gran Guerra y la gran depresión del 29, con la conocida como «gripe española» –50 millones de muertos–, la guerra de África y las turbulencias políticas de la década de 1920 en medio de aquella actividad. Tal y como reconocen, Arroita y Peraita, "era una rara avis, era una persona con una capacidad de anticiparse a las cosas que apostaba mucho por las personas. Ya lo vimos en nuestro trabajo de Punta Begoña, en las Galerías. Mucha gente coincidió en su buen hacer."
En la cárcel
Participó, hay quien apunta que engañado, para conseguir que la República cumpliera sus compromisos económicos, en la Revolución de Asturias. Le costó la cárcel. Echevarrieta conoció allí a Santiago Carrillo. Republicano convencido aunque amigo del Rey Alfonso XIII, conoció en prisión a Santiago Carrillo. Sin duda, en los años 20 era el hombre de moda. Sufragó los gastos del sepelio de Nicolás Salmerón cuando su familia no podría permitirse ni repatriar el féretro, en honor a la amistad con su padre. Una obra en la que si algo queda claro es que "se alejó de los dos bloques, de los dos bandos, de las dos Españas, y ello contribuyó a su progresiva descapitalización y, seguramente, a su olvido."