El Valencia Basket vuelve a dar la de arena en ACB y cae ante el Tenerife

Valencia

El Valencia Basket sigue complicándose la vida en la competición doméstica. El esfuerzo y el gran papel que está haciendo en Euroliga (balance de 6-3) lo paga cuando tiene que jugar en ACB. Y en este caso también hay que tener en cuenta el nivel de rival. No llegaba a la Fonteta un equipo cualquiera, sino el segundo clasificado de la Liga Endesa con 10 triunfos y una sola derrota, después de llevarse el botín de la Fonteta por 89 a 95, complicando la vida a los taronjas en su camino hacia la clasificación de Copa, con un balance en ACB de 4 victorias y 6 derrotas.

Estaba escrito: el inicio del partido iba a tener un protagonista destacado, el ex taronja ahora en las filas canarias Doornekamp para aplacar el inicio anotador del Valencia Basket e imponer su ley principalmente desde la línea de tres, para acabar con un triple sobre la bocina y establecer el 16-22 con el que terminó el primer cuarto.

El equipo local acusaba el tremendo esfuerzo realizado menos de 48 horas antes frente al Maccabi en Euroliga. Y sólo uno de los que más destacó el viernes ha seguido en la misma línea, Prepelic, que sigue de dulce de cara al aro contrario. Pero era el día para que apareciese un viejo rockero como San Emeterio, cuyo protagonismo en este inicio de temporada ha menguado. Pero siempre hay que contar con su casta para tirar del equipo en momentos complicados, como el que atravesaba el Valencia Basket en los dos primeros cuartos frente a un Iberostar que seguía pisando fuerte con el incombustible Huertas y Fitipaldo al frente. Al descanso: 38-42.

Y llegó el mejor cuarto para el Valencia Basket, el tercero, el que invitaba a repetir el guión de tantos partidos que hemos vivido en este inicio de curso, con remontada taronja en plan diésel, de menos a más. Al buen papel de San Eme y Prepelic se le unió la irrupción de una pareja clave, Hermannson-Labeyrie, que dieron al Valencia Basket sus mejores minutos, para terminar el tercer cuarto con un +8: 88-80.

Pero llegó el último cuarto y esta vez salió cruz. Ante la reacción del Iberostar Tenerife, que por algo está donde está en la clasificación, faltó acierto taronja. Y eso que Van Rossom, desde la línea de tres, se encargó de dar alas a los locales pensando en otra remontada que esta vez no llegó. Tras un triple del belga, llegó una jugada polémica. Unos pasos reclamados por Jaume Ponsarnau, según los árbitros con tanta vehemencia que le señalaron técnica. Y ahí se acabó el partido con Huertas anotando desde el tiro libre y con una última jugada desbaratando cualquier opción de machada. Para terminar 89-95.