Aumenta el número de personas que piensan en desheredar a sus hijos tras la pandemia

Madrid

La Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (ACUMAFU), que asesora legalmente a jubilados de todo el país, ha registrado desde marzo un aumento en las consultas para desheredar a uno o varios de los hijos. Se estima que esta consulta se ha multiplicado por cinco respecto a las cifras pre-pandemia, unas 200 llamadas a mes, según el reportaje publicado por Iván Romero en El País.

Muchas de estas personas se informa sobre cómo desheredar a su descendientes porque, según explica nuestro periodista jurídico Pedro del Rosal "se han desentendido de ellos, no les han cuidado como esperaban y aplican esa lógica de: si no me quieres en vida, no quieras mi dinero o mis propiedades una vez yo falte".

Pero, pese a lo que podemos ver en las películas, en España no es tan sencillo desheredar. Las premisas las recoge el Código Civil, aunque desde el año pasado, se contempla una nueva, la denominada 'maltrato de obra' que puede entenderse como una agresión, "no tiene por qué ser física, puede ser psicológica o por falta de relación", explicaba Susana Perales, abogada experta en herencias.

Esta premisa, argumentaba Perales "debe explicarse en el testamento para poder ser vinculante", y a su vez, la persona desheredada puede impugnarla para demostrar que esta desatención es o no cierta. En la mayor parte de los casos, advierte Perales "se sigue dando razón al hijo que se pretende desheredar, aunque muchas veces solo se le otorga la 'legítima'".

La clave en la decisión de los Tribunales será siempre probar que la desatención se ha dado de forma continuada en el tiempo. "No serán aceptados los casos de una discusión puntual o un desencuentro con el familiar", apunta del Rosal.