La isla se llamará Palma a partir de ahora
Cada vez que nos visita un presidente del Gobierno, nos echamos a temblar

La línea roja con Matías Vallés (30(11(2020)
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Palma
Buenos días. Cada vez que nos visita un presidente del Gobierno, nos echamos a temblar.
No por el miedo a que desatienda nuestras peticiones, a ese desprecio estamos más que acostumbrados.
Nos duele saber de antemano que en algún punto de su discurso entrará en rumbo de colisión geográfica, y se felicitará de hallarse “en la bella isla de Palma”.
Por ceñirse a los dos últimos inquilinos de La Moncloa, la confusión fue pronunciada por Rajoy en Marivent, con su despreocupación habitual hacia la realidad circundante.
Rajoy es registrador de la propiedad, que hasta su “isla de Palma” considerábamos una oposición de excepcional dureza.
Y Pedro Sánchez también se refirió a “la isla de Palma” en su cumbre del miércoles en La Almudaina.
Sánchez se doctoró en Derecho, pero ante Giuseppe Conte se enredó en tal desbarajuste cartográfico que temimos que hablara de Tenerife o de Hawai.
Cómo van a preocuparse de nosotros y a incluirnos en los Presupuestos Generales del Estado, si no saben ni lo que somos.
La solución más sencilla consiste en darles la razón, y en llamar Palma a la isla entera desde ahora mismo.
Así lo dispongo, Palma es una isla y Mallorca ni se sabe.




