Un 25N por el Pacto de Estado de 2017

Albacete

Conmemoramos hoy, como cada 25 de noviembre, el Día por la erradicación de la violencia contra la mujer, una patología social que deja cada año decenas de mujeres muertas y miles de mujeres maltratadas física y psicológicamente.

Hace ahora 16 años que se aprobó la Ley Integral, que introdujo algunas modificaciones legales y una protección para esas mujeres desconocida hasta entonces. El tiempo no pasa en balde y en 2017 todos los partidos que entonces estaban representados en el Parlamento suscribieron un Pacto de Estado contra la violencia de género, articulado en cientos de medidas y apoyado en una financiación del entorno de los 1000 millones de euros.

Entre los motivos de gran preocupación actual, no es menor el que la ultraderecha se pavonee en el Parlamento nacional y en los Parlamentos autonómicos con sus teorías negacionistas, que extirpan a la mujer este factor reivindicativo, alegando que es falsa esa violencia de género y que en realidad se está arrinconando al hombre. En su delirio neofascista, la ultraderecha está comiéndole el terreno a una conciencia social muy arraigada que ha observado siempre el fenómeno como una lacra profunda. No podemos permitirlo. Hay que abogar por una militancia activa no sólo contra los agresores sino contra quienes los protegen negando sus asesinatos y agresiones.

Este mismo año, la Delegación del Gobierno contra la violencia de género ha publicado una macroencuesta que refleja fielmente algunos datos de gran relieve, que provocan estupefacción:

1 Un 57 % de las mujeres españolas ha sufrido en algún momento esa violencia. En el caso de las menores de 24 años, la cifra se eleva hasta un 71%.

2 Más de 1 millón de mujeres ha sufrido violencia sexual, siendo ½ millón -repito medio millón- violadas en algún momento de su vida.

3 La mitad de esas agresiones las ha realizado un familiar o un amigo.

4 Sólo el 8% de las mujeres agredidas sexualmente han presentado denuncia. ¿Por qué no lo hicieron?

El motivo más citado fue: “era menor, una niña” (35%), a lo que le sigue:

“No darle más importancia a lo sucedido”

“Vergüenza” o “En otro tiempo no se hablaba de estas cosas”….

¿No son datos que zahieren nuestra conciencia?

Si el Pacto de Estado de 2017 señalaba el camino a seguir para que la mujer agredida se vea protegida por el sistema jurídico para que denuncie sin temor ni vergüenza

¿Actuaremos contra este profundo machismo social o esperaremos a que los delirantes neofascistas logren su propósito de silenciar definitivamente la lucha de la mujer por la igualdad y por la vida?