471 nuevos casos de VIH al año en la Comunitat Valenciana
Se van a cumplir 40 años desde la declaración de los primeros casos de sida en el mundo y durante este tiempo se estima que 76 millones de personas contrajeron la infección por el VIH
Entrevista a Carlos M. Gómez, presidente de Calcsicova
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Valencia
Carlos M. Gómez, presidente de Calcsicova, ha parrticipado en el programa Hoy por Hoy Locos por Valencia para hablar de los actos que el colectivo celebra con motivo del Dia Internacional del VIH y el Sida. A punto de cumplirse cuarenta años de la detección de los primeros casos de sida en el mundo, todavía no hay vacuna para combatir este virus. Situación que contrasta con la gran celeridad con la que se han desarrollado, en menos de un año, varias vacunas para frenar el coronavirus.
¿Por qué se ha dedicado más esfuerzos a un virus que a otro? Es evidente que la facilidad de transmisión del coronavirus ha hecho que contagie a muchísimas más personas, ya que el VIH necesita intercambio de fluidos o sangre. Pero Carlos M. Gómez también apunta al estigma del VIH, a su relación con el sexo y las drogas, tabús todavía no superados.
El próximo mes de junio se cumplirán cuarenta años desde la declaración de los primeros casos de sida en el mundo. Durante estas casi cuatro décadas se estima que unos 76 millones de personas contrajeron la infección por el VIH y alrededor de 33millones de personas han fallecido a causa de enfermedades relacionadas con el sida.
En la Comunitat Valenciana se diagnostican 471 nuevos casos cada año. Es cierto que los datos indican que las personas con el VIH tienen el mismo riesgo de contraer y de desarrollar una enfermedad grave por el SARS_COV 2 que la población general. Sin embargo, desde las entidades del tercer sector estamos siendo testigos de los efectos devastadores que la actual situación de crisis está teniendo en las poblaciones a las que atendemos, especialmente aquellas cuyos ingresos provenían de la economía sumergida o informal. Los periodos de confinamiento y, en muchos casos, la imposibilidad de acceso a cualquier tipo de ayuda pública está suponiendo que las personas migrantes, las personas trabajadoras del sexo, las mujeres trans, las personas usuarias de drogas, las personas sintecho, y, de forma transversal, todas las mujeres, entre otros colectivos, vean comprometido su acceso a recursos básicos como la alimentación y la vivienda.
Por otro lado, la actual crisis sanitaria está provocando una situación de estrés inédita en nuestros Sistemas Autonómicos de Saludagravada por los recortes sufridos en los últimos años. Esto se hace más evidente en los departamentos de Salud Pública dedicados a implementar políticas preventivas que se han mostrado como un agente indispensable para hacer frente a la actual crisis. Esta situación está afectando a la atención sanitaria de las personas con VIH y, en general, a los recursos para atender la salud sexual de la población.
Durante los periodos de confinamiento, y también en la actualidad, hay diversos factores, como el cierre de clínicas de ITS, la dificultad de acceso a la atención primaria o la dedicación de las personas especialistas en enfermedades infecciosas a atender a pacientes de COVID-19, que están limitando el acceso a la prevención y el diagnóstico del VIH y otras ITS, a la vez que merman la capacidad de atención sanitaria a las personas con VIH. Sin duda alguna, esto va a suponer un incremento en las ya inaceptables tasas de diagnóstico tardío cronificadas en nuestro país y puede tener un efecto negativo en el aumento de morbilidad. Además, el impacto del COVID-19 ha supuesto, la paralización de la puesta en marcha o la normal dispensación de estrategias preventivas recientemente aprobadas como la PrEP (Profilaxis Pre-exposición).