La sombra del Real Madrid provoca el ridículo del Sevilla en Champions

El Sevilla hizo el ridículo en Champions, en el partido más llamativo del grupo, con una alineación y una actitud impropia del club de Nervión. Lopetegui vendió un partido y un planteamiento antes del mismo que nada tuvo que ver con la realidad. Destrozó su bloque con siete cambios en el once inicial que propiciarion la goleada del Chelsea, con cuatro goles de Giroud, para provocar una actitud poco habitual en el Sevilla contemporáneo.

La sombra del Real Madrid es alargada. Mucho más para Lopetegui. El entrenador nunca lo va a reconocer, pero los hechos son evidentes. Para colmo, se lesionó Vaclik en el calentamiento. Debutó Alfonso, con Sergi Gómez en el once, sin Fernando, con el Mudo Vázquez en el once inicial... Un desastre.

Los suplentes del Chelsea no son los suplentes del Sevilla. Desde el primer instante se impusieron en el partido. Ocasión en el minuto uno, gol en el ocho y superioridad absoluta. La prueba de la falta de actitud en el partido es que en el descanso, con resultado adverso y jugadores que sobraban en el campo, Lopetegui no realizó ni un solo cambio. No lo suele hacer.

Con el partido de esta forma, sentenciado por el festival goleador de Giroud y la superioridad del Chelsea, todos los que entraron en la segunda parte sabían que el Real Madrid era el único objetivo. Así llegaron los goles, uno tras otro.

El planteamiento de Lopetegui fue clarísimo, explicó algo al final del partido. El objetivo estaba cumplido, la clasificación para Champions, pero no se puede intentar vender una película previa y justificarla cuando se descubre la realidad. Cierto es que hay que dar descanso a la plantilla, que el partido importante es el del sábado, pero no se puede ocultar que, si la Champions es una extraordinaria caja de resonancia, también lo es para el rídiculo del Sevilla frente al Chelsea.