¿Cómo estás, cariño?
Las condiciones de los trabajadores de las residencias, con una elevada presión y precariedad laboral, derivan en relaciones menos personalizadas con los mayores. La comisión que estudia en las Cortes un nuevo modelo de centros, ha analizado esta semana nuevas alternativas
Zaragoza
Las Cortes de Aragón han conocido la voz de los expertos en la comisión que debate sobre un nuevo modelo residencial para nuestros mayores. Esta semana contaba con la presencia de la presidenta del Colegio de Terapeutas Ocupacionales, Marta Martín que clama por residencias más amables para los internos y por unas condiciones de trabajo dignas...
Martín, emocionó a sus señorías al dibujar sin tapujos, las impresiones y las emociones que genera trabajar en estos centros. Invitó a los diputados a un paseo por una residencia en la que dice, "hasta a los familiares les da miedo entrar". Criticaba, entre otros aspectos el trato a los mayores ante la temporalidad y la carga de trabajo; "imposible conocer todas las caras de los profesionales, ni sus nombre y tampoco al revés" y por eso lamentaba que "no puedes conocer sus gustos, ni sus vidas, como les gustan que les aseen".
Sesiones de desarrollo cognitivo en la sala de TV, por falta de espacio y sobre todo, denuncia que la falta de tiempo no te permite conocer el nombre de tus pacientes, "todo son cariño, corazón, amor."
Y respecto a los trabajadores, denuncia precariedad con contratos por horas que completan en varios centros y sueldos brutos de 1.000 o a lo sumo, 1.200 euros
Nuevo modelo de gestión
Pero hubo más aportaciones, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales está ultimando las líneas de gestión y atención en las residencias de mayores públicas. Los trabajos comenzaron en 2018 y muchos centros ya han concluido el estudio de necesidades para adaptarse a él. Se quiere que ese modelo se traslade también a las residencias de mayores privadas y concertadas.
Se trata de un modelo basado en la atención integral al mayor que traza nuevas líneas estratégicas para mejorar la calidad de vida de los residentes. Se ha elaborado un libro y una guía de buenas prácticas.
