"La salida a esta crisis pasa por un cambio de modelo productivo"
Los expertos consideran que puede ser una oportunidad para que la estructura productiva mejore y salga reforzada
La rúa do Franco, uno de los ejes de la hostelería en Santiago de Compostela / Europa Press - Álvaro Ballesteros
Santiago de Compostela
La pandemia deja atrás a muchos afectados y cientos de negocios al borde del cierre. Lo que ahora parece un panorama desolador puede ser, según los expertos, una oportunidad para modificar la estructura productiva. Aunque es difícil hacer previsiones y todo depende de la evolución del virus y la llegada de la vacuna, lo que tienen claro es que el futuro pasa, necesariamente, por un cambio de modelo.
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Reportaje: el impacto económico de la pandemia en Galicia
El profesor y miembro de IDEGA, el Instituto Universitario de Análisis y Modernización Económica, Melchor Fernández, cree que es importante "convencer" a la sociedad de que el cambio es fundamental y necesario. En ese proceso, los fondos europeos jugarán un papel clave; servirán, entre otras cosas para "impulsar sectores que no están todavía bien desarrollados". Eso sí, en declaraciones a la SER, el profesor advierte que "habrá que emplearlos bien".
Si la economía gallega quiere salir reforzada, habrá que reducir la dependencia que tiene de algunos sectores y del exterior. Deberá centrarse no tanto el beneficio inmediato ni la producción a gran escala, sino en la producción a pequeña escala, la economía circular o el empleo verde. Para llevar todo esto a cabo, insiste Melchor Fernández, las administraciones deberán implicarse y trabajar de forma coordinada.
Los sectores más afectados
Los servicios han resultado duramente castigados por esta pandemia. La hostelería atraviesa la peor crisis de nuestra historia reciente. El Clúster del turismo cifra en 30.000 los empleos en peligro. El comercio es otro de los sectores más afectados; el de proximidad debe luchar, además, contra las grandes superficies y, aunque el 2020 ha sido claramente mano, algunos mantienen el optimismo y confían en la campaña navideña para remontar un poco las cuentas de resultados.
La pandemia coincide en el tiempo con un declive industrial en la comunidad. Con el apagón de las centrales térmicas, la crisis de Alcoa o la difícil situación que atraviesan los astilleros, todo, o casi todo, pasa por el textil y el automóvil. En cualquier caso, todos los sectores piensan ya en la reconstrucción y miran hacia Europa. En medio de la incertidumbre y la caída generalizada, hay un sector que ha resistido mejor: el primario. Esta crisis ha demostrado la importancia de tener un sector primario fuerte, aunque tampoco se ha librado del impacto; el cierre de la hostelería y el bajón del turismo les ha pasado factura.
